

Bolivia experimenta una disminución progresiva en su tasa de fecundidad, según la Encuesta de Demografía y Salud (EDSA) 2023. Sin embargo, este fenómeno varía significativamente entre regiones. Chuquisaca registra la tasa más baja del país, con 1,8 hijos por mujer, mientras que Potosí alcanza la más alta, con 2,8. Estas disparidades reflejan dinámicas sociales, económicas y culturales que moldean el futuro demográfico del país.
Estado actual: Tasas de fecundidad por departamento
El Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que cinco de los nueve departamentos bolivianos están en o por debajo de la tasa de reemplazo poblacional (2,1 hijos por mujer), necesaria para mantener estable el tamaño de la población. Los datos son los siguientes:
- Chuquisaca: 1,8 hijos por mujer.
- Tarija, Oruro y La Paz: 1,9 hijos por mujer.
- Santa Cruz: 2,1 hijos por mujer (en el umbral).
- Cochabamba: 2,2 hijos por mujer.
- Beni y Pando: 2,7 hijos por mujer.
- Potosí: 2,8 hijos por mujer.
Estas cifras evidencian una brecha significativa entre regiones urbanas y rurales, con implicaciones para la planificación política y social.
Factores detrás de las diferencias
Acceso a métodos anticonceptivos
El aumento en el uso de anticonceptivos ha sido un factor clave en la reducción de la fecundidad. Según Pablo Salazar, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Bolivia, el uso de anticonceptivos entre mujeres casadas o en unión creció del 34,6% en 2008 al 49% en 2023. Entre mujeres sexualmente activas no unidas, el incremento fue del 48% al 63%. Sin embargo, el acceso es desigual: las zonas urbanas tienen mayor disponibilidad que las rurales, y las ciudades principales superan a las secundarias.
Educación y empoderamiento femenino
La educación y la participación laboral de las mujeres influyen directamente en las tasas de fecundidad. En Chuquisaca, el bajo índice podría estar ligado a un mayor empoderamiento económico femenino. En contraste, en Potosí, donde las oportunidades educativas y laborales son limitadas, persisten familias más numerosas.
Influencias culturales y migración
Las preferencias culturales también juegan un papel importante. En regiones como Potosí y Beni, una visión tradicional de la familia favorece tasas más altas. Por otro lado, en Chuquisaca, la migración de jóvenes hacia centros urbanos podría estar reduciendo los nacimientos.
Implicaciones demográficas y políticas
Cambios en la representación política
El Censo 2024 reveló que Chuquisaca, con el menor crecimiento poblacional, perdió un escaño en la Asamblea Legislativa. Si las tendencias actuales persisten, otros departamentos podrían enfrentar ajustes similares en su representación política.
Desafíos a largo plazo
Aunque Bolivia no enfrenta un envejecimiento poblacional acelerado, la caída en la fecundidad podría generar, a largo plazo, un desequilibrio entre la población activa y los adultos mayores. Sin embargo, hay avances positivos: la brecha entre los hijos deseados y los reales se redujo de 1,4 en 2008 a 0,2 en 2023, lo que refleja un mayor control de las mujeres sobre su fertilidad.
Hacia un desarrollo equilibrado
Bolivia sigue la tendencia global de descenso en la fecundidad, pero sus disparidades regionales exigen políticas públicas diferenciadas. Es crucial fortalecer el acceso a la salud reproductiva, la educación y el empleo, especialmente en regiones como Potosí, para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo en todo el país.
Sé el primero en dejar un comentario