

La Justicia argentina confirmó que el expresidente Alberto Fernández enfrentará un juicio oral por violencia de género contra su expareja, la periodista Fabiola Yáñez. Se le imputan los delitos de lesiones graves y amenazas coactivas en un contexto de violencia que se habría extendido desde 2016 hasta 2024, incluyendo el período en que ejerció la presidencia (2019-2023).
La decisión fue tomada por la Cámara Federal de Apelaciones, que rechazó el recurso de Fernández contra su procesamiento dictado en febrero por un juzgado de primera instancia. El fallo, de 82 páginas, sostiene que existen pruebas suficientes que acreditan distintas formas de violencia física y psicológica ejercidas de forma continuada sobre Yáñez.
El juez Martín Irurzun, uno de los firmantes de la resolución, consideró que los hechos generaron “graves daños en la salud” de la víctima, y remarcó la “marcada desigualdad de poder” entre Fernández y Yáñez, así como el “aislamiento” al que habría sido sometida mientras residían en la Quinta de Olivos.
Entre las pruebas, figuran imágenes de hematomas que Yáñez habría enviado a la secretaria privada del expresidente, María Cantero. Las fotografías fueron clave en la investigación.
Por su parte, Fernández negó los cargos en un escrito presentado en febrero, donde rechazó haber ejercido cualquier tipo de violencia y cuestionó la validez de las pruebas, señalando que los chats no provienen de los dispositivos originales y que las marcas en el cuerpo de Yáñez podrían deberse a un tratamiento estético.
El juez Roberto Boico votó en disidencia, al advertir posibles fallas y un “sesgo” en la investigación, y propuso revocar el procesamiento.
La causa se inició en agosto de 2024 tras una denuncia formal de Yáñez, con quien Fernández tiene un hijo de tres años. El juicio oral aún no tiene fecha, pero marcará un hito en la historia judicial argentina al involucrar a un expresidente en funciones recientes en un proceso por violencia de género.
Este caso genera un fuerte impacto político e institucional, al tratarse de un expresidente recientemente salido del poder. También subraya la relevancia de la perspectiva de género en el sistema judicial argentino, que avanza con causas sensibles incluso contra figuras de alto perfil.
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