

Canadá comenzará este miércoles a aplicar aranceles a los automóviles fabricados en Estados Unidos, en respuesta a las recientes medidas proteccionistas anunciadas por el expresidente Donald Trump. La decisión canadiense se suma a la creciente tensión comercial internacional, mientras España mantiene negociaciones para proteger sus exportaciones.
Según fuentes oficiales, la medida entrará en vigor a partir de la medianoche del 9 de abril y afectará principalmente a vehículos producidos en plantas estadounidenses. Aunque Ottawa no ha detallado aún el porcentaje de los aranceles, se enmarca en un contexto de represalias cruzadas provocadas por la política de “aranceles recíprocos” impulsada por Trump.
Paralelamente, la Casa Blanca ha confirmado que también desde este miércoles comenzará a aplicar aranceles del 104% a los productos importados desde China, el mayor gravamen impuesto en esta nueva fase de la guerra comercial. Trump ha justificado la medida como una respuesta a los aranceles del 34% que Pekín anunció sobre productos estadounidenses. Además, ha amenazado con un nuevo incremento del 50% si no se alcanza un acuerdo con el presidente chino, Xi Jinping.
España busca amortiguar el impacto
España es uno de los países europeos más afectados por las medidas comerciales estadounidenses. El Gobierno calcula que hasta el 80% de sus exportaciones a EE UU estarán sujetas a los nuevos aranceles. Para mitigar el impacto, ha aprobado un decreto que prevé ayudas económicas dirigidas a los sectores más expuestos.
El reparto de esas ayudas ha generado tensión política interna. Junts aseguró que Cataluña recibiría el 25% del total, lo que provocó críticas del Partido Popular (PP), que acusó al Ejecutivo de pactar unilateralmente. Sin embargo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha explicado que los fondos se distribuirán según la exposición de los sectores afectados y no por criterios territoriales.
Pese a las diferencias, las conversaciones entre el Gobierno y el PP continúan abiertas. El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, recibió una llamada del ministro en la que se aclaró que no se han introducido cambios respecto a los acuerdos previos, lo que permitió mantener el canal de diálogo.
Implicaciones globales
Con al menos 70 países en contacto con EE UU para negociar su posición frente a esta nueva ola de aranceles, la decisión de Canadá marca un nuevo capítulo en la escalada comercial que amenaza con frenar el comercio global y afectar a industrias clave, como la automotriz y la alimentaria.
La reacción de Canadá podría tener efectos inmediatos en el precio de los vehículos y en la cadena de suministro norteamericana, al tiempo que pone presión sobre otros aliados de Washington para que adopten medidas similares o busquen acuerdos bilaterales de contención.
Esta creciente fragmentación del comercio internacional supone un desafío importante para la economía global, que sigue recuperándose de las secuelas de la pandemia y enfrenta ya otras incertidumbres, como la inestabilidad geopolítica y el encarecimiento de materias primas.
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