

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, anunció que el próximo 21 de abril se clausurará definitivamente el botadero de K’ara K’ara, en cumplimiento de una medida cautelar del Tribunal Agroambiental. Para garantizar el cierre, se desplegará un operativo policial que impedirá el ingreso de camiones recolectores de la Empresa Municipal de Servicio de Aseo (EMSA) a partir de esa fecha.
El cierre anunciado pone fin a un conflicto que desató una crisis sanitaria en Cochabamba, con 13.500 toneladas de basura acumuladas en las calles tras 15 días de bloqueos al botadero por parte de vecinos del sector. La situación obligó a suspender el Día del Peatón y aumentó la presión sobre las autoridades municipales.
Acuerdo con plazos definidos
La decisión se selló tras un acuerdo entre la Alcaldía de Cochabamba, dirigentes vecinales y el Comité Cívico, que estableció tres puntos clave:
- Cierre inmediato: Desde el 21 de abril, se prohibirá el ingreso de residuos a K’ara K’ara, con vigilancia policial para asegurar su cumplimiento.
- Nuevo sitio en 14 días: La Alcaldía dispone de dos semanas para identificar y habilitar un nuevo lugar de disposición final de basura, evitando otra acumulación en la ciudad.
- Retiro de demandas: Las partes acordaron desistir de las acciones legales contra los dirigentes vecinales, allanando el camino hacia la reconciliación.
Del Castillo enfatizó que el cierre obedece a un mandato judicial, más allá de intereses políticos o administrativos.
Advertencia de los vecinos
Aunque el pacto suspendió las protestas, los vecinos del Distrito 15 alertaron que retomarán los bloqueos si el cierre no se concreta en la fecha acordada. “Hemos cedido mucho; ahora la Alcaldía debe cumplir”, declararon sus representantes.
La tensión creció en las últimas semanas, cuando la basura desbordó avenidas principales y generó temor a brotes infecciosos. Tras el fin de los bloqueos, la recolección se reanudó parcialmente, pero el reloj sigue corriendo.
Desafío para Manfred Reyes Villa
Con el cierre a la vista, el alcalde Manfred Reyes Villa enfrenta el reto de hallar una solución urgente y sostenible para la gestión de residuos. De no lograrlo, Cochabamba podría caer en un nuevo colapso sanitario y ambiental, sin margen para improvisaciones.
El caso de K’ara K’ara no solo cierra un capítulo de disputas, sino que expone una necesidad estructural: un sistema de manejo de residuos que prevenga futuros conflictos. Tanto la ciudadanía como el Gobierno central siguen de cerca los próximos pasos de la Alcaldía.
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