

Las intensas lluvias que castigan Bolivia desde hace semanas han impactado a 590.529 familias, según datos oficiales, y los pronósticos indican que las precipitaciones persistirán durante abril. El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que tres departamentos —Beni, Oruro y Chuquisaca— han declarado situación de desastre, mientras que La Paz y Santa Cruz permanecen en emergencia.
El balance humano y material es devastador: 55 personas han perdido la vida y 8 permanecen desaparecidas, mientras que 1.204 viviendas han sido completamente destruidas. Las lluvias han afectado a 232 municipios, de los cuales 127 están en situación de desastre y 25 en emergencia, lo que evidencia la magnitud de la crisis.
Alertas meteorológicas en curso
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) mantiene vigentes varias alertas: una hidrológica que abarca 78 municipios, una meteorológica en 236 localidades y una nueva advertencia por vientos fuertes en Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y Tarija. Estas condiciones climáticas extremas complican aún más la respuesta en las zonas afectadas.
Respuesta del Gobierno
El Ejecutivo ha desplegado al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, que ha ejecutado 78 operativos con más de 4.260 efectivos para brindar asistencia. Además, se han destinado más de 3 millones de bolivianos en ayuda humanitaria y maquinaria pesada para apoyar a siete departamentos.
El 26 de marzo, el presidente Luis Arce firmó un decreto de emergencia nacional que agiliza la compra de insumos, facilita el acceso a financiamiento externo y moviliza recursos para la reconstrucción de las zonas devastadas.
Panorama crítico para abril
Los pronósticos advierten que las lluvias continuarán este mes, acompañadas de tormentas eléctricas y vientos intensos, lo que podría agravar la situación en las regiones más vulnerables. Las autoridades han hecho un llamado urgente a la población para que permanezca atenta y acate las indicaciones de Defensa Civil.
La escala de este desastre pone en relieve la necesidad de una acción coordinada para mitigar los daños y apoyar a las miles de familias que han perdido sus hogares y medios de subsistencia en medio de una de las peores crisis climáticas que ha enfrentado el país en años recientes.
Sé el primero en dejar un comentario