
El Gobierno reveló este martes que el desvío y contrabando de combustibles generaba hasta $us 3 millones diarios en ganancias ilícitas. La información fue presentada por el ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, quien explicó que el negocio se redujo tras la eliminación de la subvención mediante el Decreto Supremo 5503, medida adoptada para frenar el contrabando y asegurar el abastecimiento interno.
Medinaceli detalló que, antes de la medida, los contrabandistas compraban diésel y gasolina a precio subvencionado en Bolivia y los trasladaban a zonas fronterizas, donde los revendían a precios más altos.
“Con un negocio de entre 2 y 3 millones de dólares por día, esa era la magnitud del desvío de combustible. Es una cifra capaz de corromper todo lo que se ponga enfrente”, afirmó el ministro en conferencia de prensa.
Impacto del Decreto Supremo 5503
Tras la promulgación del Decreto 5503, que eliminó la subvención a los carburantes, el diésel y la gasolina encarecieron, lo que volvió no rentable el negocio ilegal, según la autoridad.
Medinaceli indicó que el impacto fue inmediato en regiones fronterizas, especialmente en Perú, donde se reportaron faltas de combustible en estaciones de servicio que, presuntamente, se abastecían de producto boliviano.
“La cisterna llenaba directamente a la estación de servicio en el Perú. Por eso no había diésel en algunas zonas”, sostuvo.
Menor consumo revela el volumen del contrabando
El ministro informó que, desde la entrada en vigencia del decreto, el consumo de diésel en Bolivia cayó en un 50%, lo que evidencia que la mitad del combustible se destinaba al contrabando.
En la misma línea, el presidente de YPFB, Yussef Akly, señaló que el mercado tenderá a estabilizarse.
“Creemos que se va a estabilizar en un 30% o 40% respecto a la demanda real, frente a la que antes se desviaba al mal uso del producto”, indicó.
Enfoque económico frente a la corrupción
Medinaceli sostuvo que el problema no se resolvía solo con controles policiales o militares, ya que la magnitud del negocio incentivaba la corrupción. Incluso, dijo, se evaluó el uso de nanotecnología para rastrear el diésel, pero la raíz del problema seguía siendo económica.
“La solución era quitarles el negocio. Mientras existía la subvención, el incentivo para el desvío seguía intacto”, explicó.
Las autoridades señalaron que el Decreto Supremo 5503 busca garantizar el abastecimiento de carburantes en el mercado interno y reactivar el sector hidrocarburífero, reduciendo el impacto del contrabando de combustibles sobre la economía nacional.



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