
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) ejecutó a inicios de diciembre un ataque con drones contra una instalación portuaria en la costa de Venezuela, según confirmaron fuentes a CNN. La operación tuvo como objetivo un muelle utilizado presuntamente por la organización criminal Tren de Aragua para almacenar y despachar cargamentos de droga hacia embarcaciones en el Caribe.
El ataque, que no dejó víctimas, constituye el primer golpe conocido de Estados Unidos dentro del territorio venezolano, en el marco de la campaña de presión del Gobierno de Donald Trump contra el presidente Nicolás Maduro.
Ataque dirigido a infraestructura del narcotráfico
De acuerdo con fuentes citadas por CNN, la operación se enfocó en un muelle remoto en la costa venezolana que, según la inteligencia estadounidense, era utilizado por el Tren de Aragua para trasladar drogas desde tierra firme hacia barcos con destino internacional.
En el momento del ataque no había personal en la instalación, por lo que no se registraron muertos ni heridos. Una de las fuentes aseguró que el bombardeo destruyó tanto la infraestructura como las embarcaciones asociadas, aunque aclaró que el impacto fue limitado, ya que existen múltiples puertos similares operados por redes criminales.
Disputa por el papel de las Fuerzas Especiales
Las fuentes indicaron que las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU. habrían brindado apoyo de inteligencia a la operación. Sin embargo, la coronel Allie Weiskopf, portavoz de ese comando, negó cualquier participación.
“Operaciones Especiales no apoyó esta operación, incluyendo el apoyo de inteligencia”, declaró Weiskopf.
La CIA se negó a comentar, mientras que la Casa Blanca y el Comando de Operaciones Especiales no respondieron de inmediato a las solicitudes de información.
Trump reconoció la operación
El presidente Donald Trump reconoció públicamente el ataque por primera vez el 26 de diciembre, durante una entrevista en la que mencionó que Estados Unidos había destruido una “gran instalación de donde salen los barcos”.
Consultado nuevamente esta semana, el mandatario precisó que el blanco fue “la zona del muelle donde cargan los barcos con drogas”, pero evitó confirmar si la operación fue ejecutada por el Ejército o por la CIA.
“Destruimos todos los barcos, y ahora atacamos el área… eso ya no existe”, afirmó Trump.
Escalada en la presión contra Maduro
El ataque se enmarca en una estrategia más amplia de Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro, que incluye sanciones, bloqueos a petroleros y operaciones militares en el Caribe.
Según datos del Gobierno estadounidense, más de 30 embarcaciones han sido destruidas en el Caribe y el Pacífico oriental bajo una campaña contra el narcotráfico. Hasta ahora, esos ataques se habían realizado en aguas internacionales, no dentro de Venezuela.
A principios de este año, Trump amplió las facultades de la CIA para operar en América Latina, incluyendo acciones dentro de Venezuela, algo que antes no estaba autorizado para fuerzas militares en tierra.
Narcotráfico como eje de la estrategia
Aunque Washington presenta la ofensiva como una lucha contra el narcotráfico, altos funcionarios han reconocido que también busca debilitar políticamente al gobierno venezolano.
La jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, declaró a Vanity Fair que el objetivo de los ataques era hacer que Maduro “se rinda”. Sin embargo, el mandatario venezolano no ha mostrado señales de abandonar el poder.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, comparó recientemente a los narcotraficantes con organizaciones terroristas.
“Estos narcoterroristas son el al Qaeda de nuestro hemisferio”, afirmó en el Foro Nacional de Defensa Reagan.
Un ataque con impacto político más que militar
Una fuente citada por CNN describió el ataque como simbólico, debido a que no elimina la red logística completa del narcotráfico venezolano. Además, la operación pasó prácticamente desapercibida dentro del país en tiempo real.
No obstante, analistas advierten que se trata de una señal clara de escalada, al ser la primera acción militar directa de Estados Unidos en suelo venezolano.



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