
Bolivia participó por primera vez como miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur) en la cumbre de Jefes de Estado realizada este sábado en Foz de Iguazú, Brasil. La delegación boliviana estuvo encabezada por el canciller Fernando Aramayo, quien intervino en representación del presidente Rodrigo Paz. El Gobierno destacó la integración regional como un eje estratégico para la estabilidad democrática y el desarrollo compartido.
La participación de Bolivia marca un hito en su proceso de inserción regional, tras concretarse su incorporación plena al Mercosur. El bloque, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, refuerza así su alcance geopolítico en Sudamérica.
Durante su intervención, el canciller Aramayo subrayó que la presencia boliviana responde a un compromiso con la estabilidad democrática, la reconstrucción institucional y la integración regional como bases para alcanzar la prosperidad compartida.
Ausencia presidencial y contexto interno
El ministro de Exteriores explicó que la ausencia del presidente Rodrigo Paz se debió a la decisión de liderar desde el país un proceso clave para recuperar la estabilidad económica y fortalecer las condiciones de gobernanza democrática. Esta explicación fue difundida a través de un comunicado oficial.
Aramayo también se refirió a los desafíos heredados por el actual Gobierno, entre ellos el deterioro institucional y económico, los altos niveles de informalidad, la inflación y la pérdida de reservas internacionales.
Estado de derecho e institucionalidad
En ese contexto, el Gobierno boliviano afirmó haber asumido la tarea de restaurar el Estado de derecho, garantizar la transparencia y combatir la impunidad como condiciones indispensables para la gobernabilidad.
El canciller destacó que el Mercosur es más que un acuerdo comercial, al considerarlo un espacio de estabilidad política, jurídica y social para sus países miembros.
Integración regional y enfoque social
Aramayo señaló que la integración regional debe traducirse en beneficios concretos para la población, con énfasis en la protección de los derechos humanos, la movilidad humana y la generación de oportunidades para las familias de la región.
En ese sentido, afirmó que la institucionalidad es el medio para garantizar dignidad, igualdad y desarrollo sostenible dentro del bloque.
Posición estratégica de Bolivia
Bolivia también resaltó su ubicación geográfica como un eje natural de conectividad regional. El país cuenta con más de 7.000 kilómetros de frontera con cinco países, lo que le otorga un potencial estratégico para articular la integración entre distintos mecanismos regionales, como el Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones.
Finalmente, el Gobierno expresó su reconocimiento al liderazgo regional y a la acogida brindada por los países miembros. “Bolivia está aquí para quedarse, para aportar y para fortalecer el Mercosur”, concluyó el canciller Fernando Aramayo.



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