
Panamá anunció que está dispuesto a recibir temporalmente a personas vinculadas al entorno de Nicolás Maduro como parte de un eventual proceso de transición política en Venezuela. La propuesta surge en medio del aumento de la presión internacional sobre el régimen chavista y del deterioro de las relaciones entre Caracas y Washington.
El vicecanciller panameño, Carlos Hoyos, informó durante el Foro de Doha que el país analiza opciones para crear un canal diplomático directo entre Estados Unidos y Venezuela. Señaló que la medida, incluida la acogida temporal de actores del círculo de Maduro, dependerá de las necesidades de la negociación.
“El presidente José Raúl Mulino ha sido claro en que, si se requiere recibir a ciertos actores para facilitar un acuerdo, Panamá estaría dispuesto a evaluarlo”, declaró Hoyos.
Un gesto en un contexto de tensiones crecientes
Las declaraciones llegan meses después de que Panamá y Venezuela reactivaran parcialmente sus servicios consulares, suspendidos tras las objeciones panameñas a las elecciones presidenciales venezolanas de 2024. En esos comicios, Maduro fue declarado vencedor en medio de denuncias de manipulación electoral y señalamientos de falta de garantías por parte de la oposición.
El escenario se agrava con el despliegue de unidades militares estadounidenses en el Caribe. Washington sostiene que la operación busca combatir redes de narcotráfico, mientras el gobierno venezolano afirma que se trata de una acción con posibles fines políticos. Maduro aseguró recientemente que Venezuela enfrenta “una amenaza inaceptable” y acusó a Estados Unidos de ejercer “presión permanente”.
Impacto regional y riesgos para el tránsito aéreo y marítimo
La tensión también alcanzó al sector aeronáutico. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos emitió un aviso instando a las aerolíneas a reforzar la precaución durante vuelos sobre Venezuela y zonas del sur del Caribe, debido a un “entorno operativo impredecible”. La advertencia ha tenido efectos inmediatos en la conectividad aérea hacia y desde el país sudamericano.
Para Panamá, los riesgos se extienden al ámbito marítimo. El vicecanciller Hoyos expresó preocupación por un posible impacto en el Canal de Panamá, una vía crítica para el comercio global.
“El Canal es esencial para la economía panameña y para el tránsito internacional. Cualquier interrupción tendría consecuencias globales”, afirmó.
Las autoridades recordaron que la vía interoceánica genera ingresos sustanciales para el Estado y concentra una parte clave del comercio entre Asia, Norteamérica y Europa. Panamá mantiene coordinación técnica permanente con Estados Unidos para garantizar su operación segura y bajo el principio de neutralidad establecido en los tratados internacionales.
Relaciones con EEUU y apuesta por la estabilidad regional
Las relaciones entre Washington y Panamá habían atravesado un periodo de tensión a inicios de año, tras declaraciones del expresidente Donald Trump sobre una posible “revisión” de la situación del Canal. Según Hoyos, ese impasse quedó superado y actualmente ambos países centran sus conversaciones en comercio, migración y seguridad.
Panamá confía en que su papel mediador ayude a evitar un deterioro mayor entre Estados Unidos y Venezuela. Hoyos advirtió que cualquier incidente militar en el Caribe tendría repercusiones inmediatas en toda la región.
La apuesta panameña busca disminuir la incertidumbre en un contexto marcado por tensiones geopolíticas, disputas electorales en Venezuela y decisiones de seguridad adoptadas por Estados Unidos.



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