
En su primer discurso como comandante general de la Policía Boliviana, el general Mirko Sokol prohibió de manera terminante que cualquier efectivo —desde el oficial de mayor rango hasta el último policía— cobre dinero a ciudadanos o a otros servidores públicos, bajo pena de destitución inmediata y proceso penal.
“Nos debemos a la sociedad. No podemos seguir sirviéndonos de ella ni dañando más a este hermoso país”, enfatizó Sokol durante el acto de posesión realizado este viernes en el Palacio de Gobierno.
“Si el comandante no recibe un centavo, nadie lo hará”
El nuevo jefe policial fue tajante al recordar que en sus más de 20 años de servicio nunca aceptó sobornos y que, por esa razón, sufrió ostracismo institucional. “Si el comandante no recibe un solo centavo, tampoco lo puede hacer el último sargento”, sentenció.
Advirtió a los uniformados que quien incumpla la orden “se arriesga a perder su libertad y su profesión por algunos centavos”. Anunció, además, la implementación inmediata de mecanismos internos para detectar y sancionar estas prácticas.
Llamado a la ciudadanía: “La corrupción tiene dos responsables”
Sokol también se dirigió a la población y señaló que el soborno es un delito de doble vía. “Hay que dejar la costumbre de querer arreglar todo por la vía más fácil”, exhortó, al tiempo que pidió a los ciudadanos rechazar y denunciar cualquier intento de extorsión policial.
Mensaje directo a la delincuencia organizada
En otro pasaje de su alocución, el comandante envió una advertencia clara a los delincuentes: “A los policías que sean cómplices o encubridores les digo que no habrá tolerancia. Y a los criminales: váyanse del país o atenganse a las consecuencias”.
Reconoció la existencia de “grandes organizaciones criminales” dedicadas al narcotráfico, la trata de personas y el robo de vehículos, y garantizó que la institución cumplirá su misión de proteger a la sociedad frente a estas amenazas.
Nueva cúpula policial
Junto al general Mirko Sokol —exdirector nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv)— fueron posesionados el subcomandante general, general Juan Peña (excomandante departamental de Chuquisaca), y el inspector general, general Gunther Agudo (excomandante departamental de La Paz).
Con este nuevo mando, la Policía Boliviana inicia una etapa marcada por el compromiso explícito de combatir la corrupción interna y enfrentar con firmeza a la delincuencia organizada.



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