
El ministro de Economía, Gabriel Espinoza, se refirió a las críticas de analistas que califican la gestión del Gobierno como «gradualista». Durante una entrevista, detalló los avances en estabilización cambiaria y fiscal, y explicó los principios bajo los cuales actúa la actual administración.
En respuesta a las críticas de analistas económicos, el ministro de Economía, Gabriel Espinoza, defendió este jueves las medidas implementadas por el Gobierno y rechazó de manera enfática que puedan ser calificadas como «gradualistas». El titular de la cartera económica destacó los resultados alcanzados en poco tiempo de gestión.
Resultados concretos y rechazo al «gradualismo»
Durante una entrevista con radio Erbol, Espinoza se refirió a las señales enviadas por el Gobierno, las cuales, a su juicio, han permitido logros tangibles. «Hemos dado señales que han permitido que el tipo de cambio se estabilice en cerca de 10 bolivianos, pasando de 14 a 10 en apenas 15 días de gobierno, y lo mismo con el riesgo país», afirmó.
Basado en estos datos, el ministro fue contundente: «Es decir, nada de lo que hemos hecho puede ser calificado de gradual, absolutamente nada de lo que hemos hecho puede ser calificado de gradual». Consideró que las evaluaciones de algunos analistas son «demasiado excesivas y punitivas», sin considerar el contexto de crisis heredado.
Un contexto complejo y un plan de acción
Espinoza describió el escenario que recibió la nueva administración como un «Estado destruido» y «una caja sin ninguna cantidad de bolivianos ni dólares». A pesar de este punto de partida, enumeró las acciones emprendidas: restablecer la cadena de pagos, aliviar al consumidor, garantizar el abastecimiento de combustibles y reducir el riesgo país.
El ministro recalcó que el Gobierno actúa bajo dos prerrogativas fundamentales: la estabilidad macroeconómica y la protección de los más vulnerables. Sostuvo que estas premisas guían el ritmo de las reformas, incluidas las del esquema cambiario y de subvención de carburantes.
Critica comparaciones y enfatiza la responsabilidad
Espinoza rechazó las comparaciones con la reforma económica de 1985 (Decreto 21060), argumentando que la situación actual es más compleja. «Hoy día Bolivia tiene una crisis que implica una crisis energética, una crisis cambiaria, una crisis fiscal, una crisis de balanza de pagos», enumeró.
Advirtió que aplicar medidas sin las debidas precauciones podría generar mayores problemas. «Las medidas que nosotros vamos a aplicar y estamos aplicando son medidas que están siendo trabajadas de manera muy responsable para evitar mayores descalabros», recalcó, asegurando que no cederán ese criterio de responsabilidad.
Finalmente, el ministro reiteró que su compromiso es avanzar al ritmo más rápido posible, pero siempre preservando la estabilidad macroeconómica y la protección de los sectores más vulnerables de la población.



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