
El Banco Central de Bolivia (BCB) se encuentra en un estado de «insolvencia total», sin liquidez, sin autoridades designadas y con sus reservas internacionales comprometidas, según afirmó este jueves el ministro de la Presidencia, José Luis Lupo. La declaración expone la crítica situación económica que enfrenta el nuevo gobierno del presidente Rodrigo Paz.
En una entrevista con los medios Poder Medios y Miedos, la autoridad describió un panorama institucional desmantelado, señalando que la entidad emisora ni siquiera contaba con equipos de computación para acceder a información histórica. Lupo atribuyó esta situación a los «20 años» de gestión del anterior gobierno del MAS.
Reservas agotadas y deudas comprometidas
Lupo fue contundente al revelar que el BCB «no tiene reservas» en divisas. Aclaró que, de existir reservas en oro, estas estarían «comprometidas para ventas futuras» por decisiones del expresidente Luis Arce.
Frente a estimaciones previas que hablaban de más de $us 300 millones en reservas, el ministro aclaró que «eso es lo de menos», porque «lo que hay son cuentas por pagar». Advirtió que la situación es «dramática en todos los frentes» y que existe una «deuda flotante por todas partes», con contratos firmados «hasta el último día» por la anterior administración.
Financiamiento internacional como salvavidas inmediato
Como contraparte a esta crisis, el ministro Lupo aseguró que se concretará «dentro de poco» el ingreso de alrededor de $us 1.500 millones. Este financiamiento es gestionado, incluso antes de la asunción de Paz, con organismos internacionales y países amigos.
Precisó que la liquidez inmediata provendrá del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial. Este capital buscará garantizar el suministro de carburantes, dar estabilidad al tipo de cambio y contener la subida de precios.
Investigación y futuras reformas
Lupo vinculó la insolvencia del BCB con la denuncia del presidente Paz sobre un presunto robo de más de $us 15.000 millones durante los gobiernos del MAS. Afirmó que el desfalco fue «absolutamente transversal», mencionando casos como la intervenida Emapa, radares que no operan y el «tema de taladros».
Anticipó que todos estos casos serán documentados y investigados por una comisión. Al ser consultado sobre si se procesará al expresidente Arce, respondió: «A todos los responsables, absolutamente a todos».
El gobierno planea que los $us 1.500 millones sean una primera etapa de estabilización. La «segunda etapa», según Lupo, consistirá en la implementación de reformas estructurales respaldadas por montos de financiamiento «aún mucho mayores».



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