
El Gobierno nacional anunció la realización de un estudio nacional sobre el consumo de hoja de coca, con el objetivo de establecer cuánta producción es necesaria para el uso tradicional y diferenciarla de la destinada al narcotráfico.
El anuncio fue realizado por el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, quien explicó que el diagnóstico será la base para definir la nueva política de erradicación y control.
“Hace muchos años que no se realiza un estudio actualizado sobre el consumo legal de coca en el país”, señaló Justiniano en entrevista con Unitel. “Si no medimos correctamente la cantidad de coca y la capacidad de producción de cocaína, es muy difícil plantear objetivos hacia adelante”, agregó.
Datos actualizados y transparencia en la información
El viceministro informó que ha solicitado a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) informes actualizados sobre los precios de la hoja de coca y de la cocaína, además de datos sobre las hectáreas de cultivos ilegales y las zonas en proceso de erradicación.
Algunos reportes ya fueron recibidos, mientras que otros continúan en evaluación debido a contradicciones en las cifras. Justiniano destacó la importancia de contar con información confiable y de hacerla pública.
“El valor de la producción de cocaína y la capacidad de producción de coca en Bolivia deben mostrarse de manera transparente, tanto a nivel nacional como internacional”, afirmó. También recordó que en años anteriores estos datos fueron omitidos, a diferencia de países como Colombia y Perú, que publican de forma regular sus estadísticas sobre cultivos y producción.
El productor legal será un aliado del Estado
Justiniano recalcó que el productor legal de coca será considerado un aliado del Estado en la lucha contra el narcotráfico. “El enemigo es el narcotráfico, no el productor legal”, aseguró.
El estudio permitirá establecer una línea clara entre la producción legal e ilegal, identificando cuánta coca se requiere para el consumo tradicional, medicinal y cultural en Bolivia.
“El diálogo y el consenso serán fundamentales para definir políticas equilibradas que respeten la legalidad y combatan con firmeza el desvío hacia el narcotráfico”, sostuvo la autoridad.
Cooperación internacional con soberanía
El viceministro también anunció que el país fortalecerá la cooperación con agencias internacionales, bajo el principio de respeto a la soberanía nacional.
“La cooperación debe darse con la cabeza en alto: cooperación sí, dependencia no”, subrayó.
Justiniano enfatizó que el narcotráfico no tiene fronteras y que Bolivia necesita coordinar acciones con la comunidad internacional para igualar capacidades en tecnología e inteligencia. “No podemos enfrentar solos a organizaciones criminales transnacionales; necesitamos cooperación efectiva, pero con independencia”, indicó.
Hacia una política basada en datos y transparencia
Con el nuevo estudio, el Gobierno busca consolidar una política antidrogas basada en evidencia, que combine erradicación, control, desarrollo alternativo y cooperación internacional.
“El compromiso es actuar con transparencia y definir nuestras metas sobre la base de información real y verificada”, concluyó Justiniano.


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