
El presidente electo, Rodrigo Paz, propuso este viernes construir una Bolivia federal, productiva y moderna, como parte de una nueva etapa política que busca dejar atrás el modelo centralista que —según dijo— ha “trancado” el desarrollo nacional durante los últimos 20 años.
Durante su discurso en la apertura de la Cumbre Empresarial Visión 2025 Bolivia, Paz marcó el inicio simbólico de un nuevo ciclo político y económico. “Los bolivianos dijimos basta al Estado tranca. Ese aparato que obstaculiza el trabajo y frena la producción llegó a su fin. Ahora el Estado debe facilitar el desarrollo, no estorbarlo”, afirmó.
Un nuevo pacto nacional: del centralismo al federalismo
En uno de los pasajes más llamativos del discurso, Paz planteó la posibilidad de avanzar hacia una Bolivia federal, bajo el principio de “50/50”, que busca equilibrar las decisiones y los recursos entre el poder central y las regiones.
“En años venideros, si hacemos bien las cosas, Bolivia será federal, lo cual potenciará a sus regiones”, declaró. “El federalismo potenciará a nuestras regiones, pero como toda familia, primero debemos generar las garantías básicas: salud, educación y formación humana para que nuestros hijos aprendan a tomar decisiones”.
Paz explicó que este nuevo modelo apunta a fortalecer las autonomías departamentales, con corresponsabilidad y gestión eficiente, de modo que cada región pueda participar activamente en la construcción de una economía nacional basada en la producción y no en la dependencia del Estado.
“Capitalismo para todos”: producir, no consumir
El presidente electo resumió su propuesta en tres pilares: capitalismo para todos, eliminación del Estado tranca y un Estado que trabaje para el ciudadano.
“En un país que se decía socialista, proponemos capitalismo para todos, pero no para el consumo, sino para producir”, afirmó, destacando que su gobierno promoverá el emprendimiento, la inversión privada y la generación de empleo digno.
Paz insistió en que el nuevo ciclo debe enfocarse en crear oportunidades reales y no en mantener un aparato burocrático que absorba el esfuerzo de la gente. “El Estado debe trabajar para el boliviano, no el boliviano para el Estado”, remarcó.
Educación y salud: bases del nuevo federalismo
El mandatario electo subrayó que el éxito del modelo federal dependerá de invertir en salud, educación y formación del capital humano.
“Sin recurso humano, Bolivia no es viable. Hagamos mejores bolivianos, eduquemos mejor a nuestros hijos. El desarrollo no dependerá del gas ni del litio, sino de nuestras capacidades”, aseguró.
Paz definió la educación y la salud como las herramientas que permitirán a las regiones ejercer su autonomía con responsabilidad, y construir una Bolivia competitiva desde el conocimiento.
Respeto a la ley y seguridad jurídica
La transformación institucional, según Paz, parte del respeto a la ley y la propiedad privada, condiciones esenciales para atraer inversión extranjera.
“En Bolivia se respetará la ley, porque el boliviano que no respeta la ley, no se respeta a sí mismo”, afirmó, en una clara señal de que su gobierno buscará reconstruir la confianza de los inversionistas.
El mandatario electo comparó los niveles de inversión en la región y lamentó el rezago boliviano. “Mientras Sudamérica recibió 115.000 millones de dólares en inversión directa, Bolivia apenas captó 240 millones. Ese fue el secuestro de nuestro futuro. Pero ese secuestro terminó”, sentenció.
Advertencia contra la corrupción
En otro tramo de su discurso, Paz lanzó una advertencia directa al sector hidrocarburífero y logístico, especialmente a YPFB.
“Pónganse en orden, porque gasolina y diésel ya tenemos. Si por culpa de la corrupción no llega el combustible al pueblo, los responsables enfrentarán procesos por traición a la patria”, advirtió.
Aseguró que su gobierno no permitirá que “unos cuantos corruptos” sigan frenando la producción nacional ni perjudicando a las familias bolivianas.
Una nueva relación con el mundo: socios, no dependientes
Paz también anunció un cambio en la política exterior, basado en cooperación y alianzas estratégicas, no en dependencia ni asistencialismo.
“Olvidémonos de la palabra ayuda. Vamos a ser socios del mundo”, declaró. “Bolivia para el mundo, pero hoy la señal es el mundo en Bolivia. Aquí pueden invertir, esta es su casa”.
Agradeció el respaldo de organismos internacionales como el Banco Mundial, el FMI, el BID y especialmente la CAF, que —según dijo— comprometió 3.100 millones de dólares en créditos y cooperación para Bolivia.
“La patria por encima de todo”
El cierre del discurso estuvo marcado por un tono emotivo, centrado en la unidad nacional y el futuro compartido.
“La patria está por encima de todos. Ningún boliviano está por encima de Bolivia. Nos levantamos desde Santa Cruz, ya no solo como tierra de oportunidades, sino como la oportunidad de Bolivia en el mundo”, expresó.
Paz convocó a todos los sectores —empresarios, gremiales, artesanos y migrantes— a sumarse a este nuevo ciclo. “No hemos asumido el gobierno, pero ya estamos transformando la patria. Porque hay una voluntad del pueblo boliviano de cambiar nuestro destino”, concluyó.


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