
En un giro significativo, el expresidente Evo Morales reconoció este viernes a Rodrigo Paz como el nuevo mandatario de Bolivia y deseó un «buen gobierno» al ejecutivo electo. No obstante, el líder del MAS aprovechó sus declaraciones en redes sociales para lanzar una dura crítica contra el presidente saliente, Luis Arce, a quien catalogó como «el peor presidente de la historia de Bolivia y del continente».
Reconocimiento con advertencias
A través de una publicación en sus redes sociales, Morales bajó el tono de sus críticas posteriores a los comicios y se dirigió a los nuevos gobernantes. «Deseo a los nuevos mandatarios elegidos en las urnas un buen gobierno para el pueblo y para la patria», escribió.
Sin embargo, su reconocimiento no estuvo exento de cuestionamientos. El exmandatario recordó que el proceso electoral tuvo «cuestionamientos de legitimidad», refiriéndose a lo que calificó como «la proscripción ilegal y abusiva de candidaturas indígenas».
Arce: «El peor presidente»
La faceta más contundente de su mensaje estuvo dirigida a Luis Arce. En la red social X, Morales fue directo: «Se va como el peor presidente de la historia de Bolivia y del continente». El líder cocalero responsabilizó a Arce de una serie de acciones que, según él, dañaron al país y al partido.
Entre las acusaciones, Morales afirmó que Arce «robó la sigla» del MAS-IPSP y se apropió de los «aportes, en dinero efectivo, que hicieron los militantes y funcionarios públicos» durante su gestión. «Por eso fue expulsado del MAS», sentenció.
Acusaciones graves y crisis económica
Las críticas escalaron a señalamientos personales y políticos. Morales acusó al presidente saliente de haber intentado «matarlo físicamente», de iniciarle «juicios sin pruebas» y de buscar «aniquilar al verdadero movimiento popular-indígena». Aseguró que rompió con el gobierno «no por su candidatura, sino porque detectó que estaba gobernando por la plata y no por la patria».
En el ámbito económico, el expresidente responsabilizó a la administración de Arce por el desmoronamiento que, según él, comenzó con el «golpe de Estado de noviembre de 2019» y «se aceleró durante su gobierno». Señaló como consecuencias «la desaparición del dólar y los combustibles, el incremento de precios, la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y el nepotismo».
Llamados al nuevo gobierno
Más allá de las críticas, Morales hizo un llamado al gobierno entrante para que priorice la estabilidad económica y la unidad nacional. «Sugiero poner como centro y prioridad de la economía al ciudadano boliviano», manifestó.
Además, instó a preservar el Estado Plurinacional, al que definió como «la unidad en la diversidad», y advirtió que suspender las políticas redistributivas significaría un retroceso en los avances sociales logrados durante su gestión.


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