
El gobierno de Perú anunció este lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con México. La decisión, tomada en respuesta al asilo político concedido a la ex primera ministra Betssy Chávez, incluye la expulsión de la embajadora mexicana. El presidente José Jerí calificó el acto como una interferencia en los asuntos internos peruanos.
La crisis se desató después de que México otorgara asilo a Betssy Chávez, quien se encontraba refugiada en la embajada mexicana en Lima. Chávez está investigada en Perú por su presunta vinculación con el intento de golpe de Estado de Pedro Castillo en 2022.
El asilo político que desencadenó la ruptura
Karla Tatiana Ornelas Loera, embajadora encargada de México en Perú, fue notificada personalmente por el canciller peruano, Hugo de Zela. Las autoridades le comunicaron un plazo perentorio de 72 horas para abandonar el territorio nacional. Perú ya ha reforzado la seguridad alrededor de la sede diplomática mexicana en Lima.
El gobierno mexicano, liderado por Claudia Sheinbaum, defendió su decisión de conceder el asilo, invocando la Convención de Asilo Diplomático de 1954. México calificó la ruptura de relaciones por parte de Perú como una medida excesiva y desproporcionada.
Una relación diplomática en declive
Este episodio representa la mayor escalada en una relación bilateral ya deteriorada. Las tensiones se remontan a 2022, cuando Perú declaró persona non grata al entonces embajador mexicano, Pablo Monroy, tras declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A través de la red social X, el presidente Jerí justificó la decisión como una defensa de la soberanía nacional. La medida ha generado reacciones polarizadas, con apoyo interno y críticas desde organismos internacionales.
Implicaciones regionales y consecuencias prácticas
La ruptura implica el cierre inmediato de las embajadas y consulados de ambos países. Esto afecta directamente a miles de ciudadanos peruanos en México y mexicanos en Perú, así como a un intercambio comercial valorado en cientos de millones de dólares anuales.
Analistas internacionales prevén que esta crisis diplomática puede influir en la dinámica de foros regionales como la CELAC, profundizando las divisiones ideológicas existentes en América Latina.
(Con información de agencias)


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