
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves 30 de octubre de 2025 la reanudación inmediata de las pruebas nucleares, una decisión que pondría fin a la moratoria vigente desde hace más de tres décadas. La última detonación nuclear estadounidense se realizó el 23 de septiembre de 1992 en el estado de Nevada.
El anuncio llega pocos días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, encabezara maniobras militares con misiles balísticos intercontinentales desde el Kremlin, y justo antes de la reunión de Trump con su homólogo chino, Xi Jinping, en Busan, Corea del Sur.
“Si otros prueban, nosotros también”: la justificación de Trump
Durante el vuelo presidencial a bordo del Air Force One, Trump declaró que su decisión responde al aumento de las pruebas realizadas por otras potencias.
“Dado que otros realizan pruebas, creo que es apropiado que nosotros también hagamos lo mismo”, afirmó. Añadió que los sitios para las pruebas nucleares serán determinados más adelante.
El mandatario minimizó los riesgos de una nueva carrera armamentista y aseguró que el arsenal estadounidense está “bien protegido”. Sin embargo, señaló que su gobierno sigue abierto a negociar la “desnuclearización” global e incluir a China en futuros tratados de no proliferación junto a Rusia.
Tres décadas de moratoria nuclear en Estados Unidos
Estados Unidos suspendió sus pruebas nucleares en 1992, tras la aprobación del Congreso de una medida que inicialmente preveía una pausa de nueve meses, pero que derivó en una moratoria prolongada. La decisión se tomó tras la disolución de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, en un contexto en que Washington buscaba liderar los esfuerzos internacionales por la desnuclearización.
Desde entonces, el país ha realizado únicamente experimentos subcríticos —sin explosiones atómicas— para comprobar la seguridad y eficacia de su arsenal, conforme a los límites del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBT) de 1996.
Tratados internacionales y tensiones renovadas
El primer acuerdo que reguló los ensayos atómicos fue el Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares, firmado en 1963 por Estados Unidos, la URSS y el Reino Unido. Posteriormente, en 1974, ambas potencias acordaron limitar las pruebas subterráneas a una potencia máxima de 150 kilotones.
El CTBT, aprobado por la ONU en 1996, buscó prohibir cualquier tipo de explosión nuclear experimental. Aunque ha sido firmado por 185 países, el tratado no ha entrado en vigor porque ni Estados Unidos ni China lo han ratificado.
La decisión de Trump de reanudar los ensayos rompe con más de 30 años de autocontención nuclear y se produce en un momento de creciente tensión internacional. Analistas advierten que esta medida podría reactivar una competencia armamentista entre las principales potencias nucleares del planeta.


Sé el primero en dejar un comentario