
El vicepresidente electo, Edmand Lara, denunció públicamente que un grupo de policías, liderado por el general Jhonny Aguilera Montesinos, actual viceministro de Régimen Interior, orquestó un proceso judicial en su contra como represalia por denunciar actos de corrupción al interior de la institución cuando era capitán. La acusación fue realizada a través de una transmisión en vivo en TikTok.
Lara relató que, durante su servicio como capitán, su labor se enfocaba en colaborar con la ciudadanía y prevenir extorsiones. Sin embargo, esta actividad desencadenó una reacción en su contra, que culminó con la apertura de un proceso por usurpación de funciones.
Relato de la aprehensión y el proceso judicial
Según su testimonio, fue aprehendido con violencia, lo que le causó una lesión en la cabeza, y luego presentado ante un juez que –presionado, según Lara– buscaba su detención. No obstante, el entonces capitán logró obtener medidas cautelares y mantuvo su libertad durante el proceso.
“Los promotores de todo este caso que me armaron, de las torturas, de la aprehensión y del proceso injusto, fueron el general Jhonny Aguilera Montesinos, el mayor Salazar, el coronel Edson Claure, el coronel Jhonny Ortuño Cartagena, el subteniente Merlo, el subteniente Siles y la sargento Maribel Huayllani Silvestre”, declaró Lara de manera enfática.
Motivación de las acusaciones: corrupción
El ahora vicepresidente electo aseguró que estos hechos ocurrieron porque “había tocado sus intereses tan grandes de estos corruptos”. Afirmó que el general Aguilera recibía dinero de manera semanal por actividades ilícitas y que primaron estos intereses sobre la lealtad a un policía honesto.
Lara también incluyó posteriormente en sus acusaciones al coronel Erik Holguín, señalándolo como parte del grupo que habría conspirado en su contra.
Impacto personal y consecuencias
Relató el profundo impacto personal que tuvo este caso, mencionando que su esposa estaba gravemente enferma en ese momento y que su situación económica era precaria. “Lloré muchas veces de impotencia (…) me encerraba en el baño a llorar”, confesó.
Tras ser dado de baja de la Policía, Lara contó que tuvo que reinventarse vendiendo ropa usada, mientras su esposa trabajaba como chofer. Posteriormente, estudió Derecho y logró graduarse, un paso que, según dijo, fue clave para rehacer su vida y que eventualmente lo llevó a la política.


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