
El pasado 19 de octubre, Rodrigo Paz Pereira fue elegido como presidente de Bolivia en una segunda vuelta histórica para la democracia del país, derrotando por un margen de casi 10 puntos porcentuales al conservador derechista Jorge Quiroga. A pesar de algunas irregularidades y denuncias de fraude, los resultados finales y oficiales fueron avalados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la comunidad internacional, dando legalidad y legitimidad a la victoria del PDC.
Sin embargo, Rodrigo Paz y su equipo no se quedaron de brazos cruzados y realizaron varias reuniones y acciones en esta semana posterior a su triunfo, enfocándose principalmente en estabilizar la economía del país, que será una de sus tareas más importantes, al menos en su primer año de gestión.
A continuación, resumimos los aspectos más importantes y positivos en estos primeros 7 días (previos a su asunción) del presidente electo Rodrigo Paz en el área económica:
- Señales positivas al país y al mundo desde el primer día post elección
Bolivia está sumida en una crisis económica histórica, lo que ha generado mucha incertidumbre y expectativas negativas. El presidente electo, al indicar que el país se abrirá nuevamente al mundo, que trabajará codo a codo con el sector privado y que tendrá como aliado clave a Estados Unidos, dio sin duda optimismo y una calma relativa a la población de que los problemas económicos del país se podrán resolver paulatinamente. Esto se ha evidenciado en una baja y “estabilidad” de la cotización del dólar en el mercado paralelo (menor a Bs. 13) y en la caída de su riesgo país (1.136 puntos) días después de su elección. - Apoyo y restablecimiento rápido de apoyo diplomático y financiero con países y organismos a nivel internacional
El apoyo desde el mismo día, cuando se declaró vencedor a Paz, por parte del gobierno estadounidense fue clave para dar certidumbre a la economía y a los mercados internacionales. Se sabe que ya hubo conversaciones formales, mediante su Secretario de Estado, y, además, declaraciones públicas de apoyo de otros países y organismos internacionales. Esto abre canales para asistencia técnica, líneas de crédito y acuerdos comerciales y energéticos a corto plazo, algo clave para estabilizar la economía.
Esto es positivo, ya que, cuando hay desabastecimiento de carburantes y falta de divisas, tener interlocutores internacionales como Estados Unidos facilita operaciones rápidas, como compras de combustibles en condiciones favorables, préstamos o líneas de financiamiento, una coordinación logística más óptima y otras alternativas que pueden ayudar más rápidamente al país a resolver sus principales problemas económicos. - Compromiso de trabajo coordinado con el sector privado y apertura económica del país al mundo
En la reunión sostenida este pasado sábado 25 con la CAINCO y representantes empresariales del país, Rodrigo Paz hizo un compromiso de que en su gobierno implementará medidas pro-inversión, liberará exportaciones, impulsará el uso de la biotecnología, respetará la propiedad privada y garantizará la seguridad jurídica del sector privado nacional y extranjero.
Además, ya se confirmó la realización de un gran encuentro del empresariado nacional, con participación del sector internacional, para el próximo 7 de noviembre en Santa Cruz. El presidente electo dijo textualmente: “Estamos dando el primer paso para aprovechar de poner a Bolivia en el mundo y el mundo venga a Bolivia”.
Es clave recuperar la confianza del sector privado y de inversionistas extranjeros, lo cual puede acelerar flujos de divisas hacia el país, mejorar la oferta nacional y ayudar a estabilizar precios. Dar señales positivas y certidumbre dentro y fuera de Bolivia puede ser no solo el inicio de un pacto público-privado a largo plazo, sino también el inicio de un proceso donde el país sea atractivo para invertir y refleje menos riesgo para la llegada de créditos y capitales internacionales. - Gestiones concretas para proveer y garantizar el suministro de carburantes en el muy corto plazo
Rodrigo Paz anunció públicamente que Estados Unidos y algunos organismos multilaterales colaborarán para que se garantice el suministro de carburantes para el país ni bien asuma el mandato. Aunque lo más concreto sea que, a muy corto plazo, se opte por contratos cortos de compras anticipadas o al crédito de diésel y gasolina para estabilizar el mercado interno y los precios en la economía. Además, anunció un viaje en estos próximos días a Estados Unidos para concretar algunos acuerdos comerciales para la llegada de carburantes al país, así como la búsqueda de financiamiento externo.
Si esto se ejecuta, resolverá un cuello de botella logístico debido al monopolio vigente de YPFB y su carencia de liquidez en divisas. Reducirá el riesgo de un shock mayor en sectores tales como el transporte pesado, agropecuario y otros, mientras se trabaja en una solución estructural.
Aspectos negativos o debilidades a corto plazo
- Alta expectativa y “barra muy alta” sin margen de error: Ha prometido resolver problemas urgentes como el desabastecimiento de combustibles “inmediatamente”, desde el primer día de su gestión. Sin embargo, analistas advierten que “no va a tener una luna de miel” como se espera, y que el tiempo para resultados óptimos es muy limitado, considerando que sus metas dependen más de factores externos que de voluntades políticas internas. Si no cumple lo prometido, perderá la confianza adquirida en poco tiempo y generará más incertidumbre en los mercados y en la economía. Esto puede generar un riesgo de decepción rápida de su gestión si no se observan avances tangibles y oportunos.
- Transición con partido sin mayoría legislativa y posible parálisis: Aunque Paz ganó la elección, su fuerza política no cuenta con mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), lo que implicará negociar alianzas complejas en la misma. A pesar de que existe un compromiso por la Alianza Libre de Jorge Quiroga para dar gobernanza en la ALP y apoyo a sus reformas, no garantiza que sus diputados, senadores y de otros partidos políticos lo vayan a hacer en efecto. Ya se han observado declaraciones de algunos diputados electos que indicaron que el apoyo a Paz no significa un cogobierno. Esto puede dificultar la aprobación de medidas urgentes, generar retrasos en resultados esperados o falta de gobernabilidad en el país.
- Falta de información que dificulte la concreción de políticas económicas: Se han anunciado objetivos amplios como el “capitalismo para todos” y “ordenar la casa” mediante un ajuste fiscal principalmente, pero también hay advertencias de que no hay cifras claras y oportunas sobre las principales variables e indicadores macroeconómicos, como de otros factores clave económicos y financieros, que orienten claramente su nueva política económica y su plan de gobierno que implementará el gobierno de Paz en corto y largo plazo. Se recuerda que hace muy poco salieron recién las cifras oficiales de nuestro desempeño económico, cuyos datos reflejaron que nuestro país está en recesión desde 2024 hasta la fecha. Esto puede debilitar la confianza de inversionistas, mercados y ciudadanía si no se traducen en hechos concretos y óptimos. Sin duda, una transición oportuna, pragmática y eficiente en el área económica era clave para minimizar estos riesgos de política y gestión anticrisis.
Justificación estratégica
Las medidas que se recomienda que aplique Rodrigo Paz son una combinación de acciones inmediatas (compras anticipadas, cooperación internacional, otras) para estabilizar el suministro de carburantes y divisas al país, y medidas de mediano plazo (acuerdos multilaterales, reformas fiscales parciales y estímulos a exportaciones) para fortalecer reservas internacionales y moderar la inflación. Dado que el presidente Paz no cuenta con mayoría legislativa, las medidas deben implementarse mediante acuerdos internacionales, decretos temporales y programas transitorios mientras se negocian reformas estructurales en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Conclusión
Se observan buenas señales al inicio de las acciones hechas por Rodrigo Paz (previas a su gestión oficial), las cuales han generado optimismo y menos incertidumbre dentro y fuera de Bolivia, lo que ha puesto paños fríos de manera temporal a una economía con serios problemas, sin que esto quiera decir que se hayan resuelto o se vayan a resolver rápidamente. Sin embargo, es un buen comienzo, donde hay promesas claras y concretas de trabajar en sinergia con el sector privado y de una resolución pronta y efectiva a la falta de carburantes, bajo una política económica apoyada en la cooperación internacional y en los ajustes que se puedan hacer internamente. Se generaron muchas expectativas positivas, lo cual da esperanza de días mejores para el país y su población. Una tarea titánica, pero no imposible, que no deberá ser llevada a cabo exclusivamente por el nuevo gobierno, sino por todos.
Luis Fernando Romero Torrejón es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.
La opinión expresada en este artículo es de exclusiva responsabilidad del autor y no representa una posición oficial de Enfoque News.


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