

En un cambio significativo en los hábitos de envío de dinero, más de un tercio de las remesas que entran a Bolivia ahora se movilizan a través de métodos digitales, criptoactivos y billeteras electrónicas. Este dato, revelado por el Banco Central de Bolivia (BCB), marca una transición hacia la digitalización financiera en un contexto donde el total de remesas familiares recibidas experimentó una leve contracción.
De acuerdo con el reporte del BCB, en el primer semestre del año las remesas alcanzaron un valor de 630 millones de dólares, lo que representa un 2% menos en comparación con el mismo periodo de 2024. El organismo atribuye esta disminución a la incertidumbre global y al desempeño particular de las economías de los países de origen.
La nueva cara de las remesas
La novedad más relevante se registra en los canales de envío. Para el período enero-julio, el 36% de los fondos se movilizó mediante canales alternativos, es decir, fuera del sistema financiero tradicional (bancos, cooperativas o casas de cambio). Este segmento, que equivale a unos 227 millones de dólares, fue impulsado predominantemente por métodos digitales y billeteras electrónicas (eWallet).
El BCB destacó que este crecimiento fue facilitado por la implementación de la Resolución de Directorio 082/2024, una normativa diseñada específicamente para impulsar el comercio electrónico y la digitalización financiera en el país. El 64% restante de las remesas continuó ingresando por los canales financieros convencionales.
Origen y destino del dinero
España se consolidó como la principal fuente de remesas hacia Bolivia, aportando 320 millones de dólares (50,7% del total). Le siguen Estados Unidos, con 102 millones (16,2%); Argentina, con 45 millones (7,1%); Chile, con 31 millones (4,9%); y Brasil, con 10 millones (1,6%).
El informe del BCB detalla que las remesas disminuyeron principalmente desde Chile, Brasil y Estados Unidos, debido al debilitamiento en los sectores de la minería, construcción y manufactura, respectivamente. En contraste, los envíos desde España aumentaron, impulsados por una mejora en la industria y manufactura de ese país.
Implicaciones para la economía familiar
La creciente adopción de métodos digitales para el envío de remesas implica mayor rapidez, menores costos de transacción y un acceso más sencillo para las familias receptoras, especialmente en zonas donde la bancarización tradicional es limitada. Este cambio no solo moderniza el flujo de divisas, sino que también fomenta la inclusión financiera, un objetivo clave de las actuales políticas económicas.
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