

En un movimiento sorpresivo, el canciller Gerardo Werthein presentó su renuncia al presidente Javier Milei, que será efectiva el próximo lunes, tras los comicios legislativos. La decisión expone tensiones internas en el gobierno y una puja por el manejo de la relación con Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Gerardo Werthein, comunicó el viernes pasado su decisión de renunciar al cargo en una reunión con el presidente Javier Milei y su hermana, Karina Milei, en la Quinta de Olivos. Desde la Casa Rosada confirmaron que el mandatario aceptó la dimisión, la cual se hará efectiva el próximo lunes, coincidiendo con el recambio de gabinete que se preveía después de las elecciones.
Roces internos y una relación fracturada
Según medios argentinos, durante el encuentro en Olivos, Werthein alegó diversos motivos para su salida, destacando los roces mantenidos en los últimos meses con otros miembros clave del equipo de gobierno. La relación con el asesor presidencial Santiago Caputo fue identificada como uno de los puntos críticos.
Los desacuerdos se hicieron públicos en medio de la última gira de Milei a Estados Unidos, donde surgieron críticas hacia el canciller desde el entorno de Caputo. Se lo acusó de no haber informado correctamente al expresidente Donald Trump sobre la naturaleza de las elecciones legislativas argentinas, lo que habría generado confusión.
La puja por la diplomacia con Washington
La fractura se profundizó por la falta de un vínculo fluido entre Werthein y Caputo. Este último mantiene canales de diálogo extraoficiales con la administración estadounidense, lo que el ahora excanciller percibía como una intromisión en sus gestiones diplomáticas. La situación llegó a un punto de quiebre con las declaraciones públicas de Daniel Parisi, allegado a Caputo, que dejaron al descubierto las tensiones internas y terminaron por agotar la paciencia de Werthein.
Antes de hacer oficial su salida, el canciller envió una señal de su autoridad al oficializar una lista de más de 80 traslados de diplomáticos. Además, trascendió que había planteado un ultimátum al presidente respecto a la influencia de su asesor.
¿Qué viene para Werthein?
Desde el entorno del ahora saliente canciller, se explicó que su intención es mantenerse ligado a la política, específicamente en el área de Relaciones Internacionales, con una fuerte presencia en Washington.
La renuncia de Werthein, a escasas horas de unas elecciones clave, deja al descubierto las grietas en el gabinete y plantea incógnitas sobre la futura dirección de la política exterior argentina, particularmente en su vínculo estratégico con los Estados Unidos.
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