

En una decisión que rompe con una tradición democrática en Bolivia, el presidente Luis Arce afirmó que “no es necesario” que asista a la transmisión de mando de su sucesor, Rodrigo Paz, el próximo 8 de noviembre. La declaración, realizada en una entrevista con la agencia EFE, marca un punto de tensión en el proceso de transición y genera incertidumbre sobre el clima político futuro.
El anuncio y su contexto
“No es necesario que yo vaya para que se prosiga con el cambio de mando”, declaró el mandatario saliente. Aunque la Constitución no obliga a la presencia del presidente saliente, su asistencia ha sido una práctica habitual que simboliza la continuidad institucional. Este no es un precedente absoluto, ya que la expresidenta Jeanine Áñez tampoco estuvo en la asunción de Arce en 2020, un escenario marcado por la crisis política posterior a la renuncia de Evo Morales.
Arce se comprometió, no obstante, a garantizar una transición “transparente y ordenada”, una tarea que estará a cargo de los ministerios de la Presidencia y de Relaciones Exteriores.
Advertencias sobre el futuro gobierno y Evo Morales
Más allá de su ausencia en la ceremonia, el presidente realizó significativas declaraciones sobre el futuro del país. Expresó su esperanza de que el nuevo gobierno de Paz no altere la «esencia» del Estado Plurinacional ni la Constitución de 2009, aunque se mostró a favor de reformas específicas, como eliminar la elección de magistrados por voto popular.
En uno de los puntos más contundentes de la entrevista, Arce advirtió que el presidente electo será un «blanco fácil» para los ataques de su exaliado, Evo Morales. Según Arce, el expresidente (2006-2019) buscará “impunidad” para las acusaciones que enfrenta y presionará para ser habilitado como candidato nuevamente.
«Evo Morales lo que ha planificado es tener un blanco fácil y débil para poder desgastarlo desde el primer momento», aseveró Arce, pintando un panorama de intensa lucha política interna en el oficialismo.
Legado económico y cambios en la fecha de posesión
El mandatario defendió el «legado económico» de su gobierno como la solución estructural para la crisis de combustibles y la escasez de dólares que actualmente afecta al país. Mencionó la exploración de “54 proyectos” de gas natural y la entrega de “18 proyectos exitosos comprobados” como base para la recuperación.
Cabe recordar que la transmisión de mando, que históricamente se realizaba el 6 de agosto (día de la independencia), fue cambiada al 22 de enero por el gobierno de Evo Morales. Tras la crisis de 2019, la fecha se estableció definitivamente para el 8 de noviembre.
Sé el primero en dejar un comentario