

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, aterrizó este martes en Israel en una visita de alto nivel para supervisar y consolidar el acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás, confirmaron fuentes de la Embajada estadounidense en Jerusalén.
La llegada del vicepresidente, la primera al país desde que asumió el cargo, tiene como objetivo central asegurar el cumplimiento de la tregua que entró en vigor el 10 de octubre. Esta misión refleja el compromiso directo de la administración estadounidense con la estabilidad en la región.
Agenda intensa y encuentros clave
Durante su visita de dos días, la agenda de Vance está cargada de reuniones de alto nivel. Se espera que se entreviste con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el presidente, Isaac Herzog. Según el diario Times of Israel, también tiene previsto visitar la sede que Estados Unidos ha establecido en el sur de Israel, desde donde se monitoriza la implementación del acuerdo con Hamás, grupo considerado terrorista por Israel, EE.UU., la Unión Europea y otros países.
Contexto de tensión y esfuerzos diplomáticos
La visita de Vance se enmarca en un contexto de frágil calma y especulaciones. Medios estadounidenses han señalado una supuesta preocupación en la Casa Blanca de que Netanyahu pudiera violar el alto al fuego y reanudar las hostilidades contra Hamás. La guerra estalló tras los ataques del grupo islamista palestino a Israel el 7 de octubre de 2023.
El viaje del vicepresidente no es un esfuerzo aislado. Coincide con la presencia en el país del enviado especial de la Casa Blanca para Oriente Medio, Steve Witkoff, y de Jared Kushner, yerno del expresidente Donald Trump, lo que subraya un despliegue diplomático multinivel para reforzar la tregua en la Franja de Gaza.
Implicaciones globales
La presencia directa del número dos del gobierno estadounidense en el terreno resalta la alta prioridad que Washington otorga a este conflicto. Su supervisión personal busca no solo garantizar el cese de las hostilidades, sino también enviar un mensaje contundente a ambas partes sobre el compromiso de EE.UU. con un proceso de paz estable, en una región donde la violencia ha cobrado un alto costo humanitario.
Sé el primero en dejar un comentario