

Al menos siete sectores clave de la economía boliviana han solicitado reuniones inmediatas con el presidente electo, Rodrigo Paz, para abordar la grave crisis que azota al país. Desde escasez de combustibles hasta volatilidad cambiaria, estos grupos reclaman atención prioritaria y soluciones concretas, en un claro llamado a la acción que podría definir los primeros pasos del nuevo gobierno. La presión multisectorial subraya la urgencia de reactivar la producción y estabilizar la economía, evitando un colapso mayor que afecte empleo, precios y abastecimiento básico para millones de bolivianos.
El sector del transporte fue el primero en alzar la voz, con un ultimátum que pone en jaque la transición. Pedro Quispe, dirigente del Transporte Pesado Nacional e Internacional, dio el lunes un plazo de 10 a 15 días para resolver la escasez de diésel y gasolina. «Esperamos que cumplan el compromiso y se solucione al día siguiente», advirtió, recordando promesas electorales. Por su parte, Limbert Tancara, de Transporte Libre de La Paz, anunció que resistirán estas semanas, pero intensificarán la presión una vez que asuma el nuevo Gobierno. «Será un Gobierno con mayor credibilidad para exigir soluciones reales», enfatizó. Esta demanda resalta el riesgo de paralización en el flujo de mercancías, esencial para el comercio interno y las exportaciones.
En el ámbito agropecuario, la respuesta fue más constructiva, pero no menos insistente. El Directorio de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) felicitó a Paz y lo invitó a una reunión para «coordinar acciones inmediatas» y reactivar el sector, que define como «en terapia intensiva». Su presidente, Klaus Frerking, subrayó el rol vital del campo: «Desde la producción agropecuaria nace la posibilidad de generar divisas, empleo y más alimento, para que todos estemos tranquilos. El agro no solo produce, sino que sostiene al país en la crisis». Similarmente, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) pidió priorizar la provisión de diésel, liberar exportaciones, adoptar tecnologías biotecnológicas, garantizar seguridad jurídica en tierras y mejorar la logística. Propusieron elaborar una agenda conjunta, lo que podría impulsar divisas y estabilidad alimentaria en un momento crítico.
Los jubilados no se quedaron atrás, alineados con la Central Obrera Boliviana (COB). Rodolfo Ayala, secretario ejecutivo de la Confederación de Jubilados del Sistema Integral de Pensiones, anunció la presentación de un pliego petitorio que incluye elevar la Renta Dignidad de Bs 350 a Bs 500, como prometieron Paz y su fórmula en campaña. «Los bolivianos votaron conscientemente; ahora negociamos con certeza», afirmó. Esta petición toca fibras sensibles, ya que afecta a decenas de miles de adultos mayores dependientes de pensiones mínimas en medio de la inflación.
La industria farmacéutica cerró la lista de demandas con un enfoque en la sostenibilidad. La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) urgió al equipo económico de Paz resolver la volatilidad y limitaciones en divisas, además de nivelar precios en compras públicas. Expresaron disposición para dialogar y colaborar, con el fin de fortalecer la producción nacional y asegurar medicamentos accesibles. «Queremos soluciones conjuntas que garanticen abastecimiento oportuno para toda la población», indicaron, alertando sobre el impacto en la salud pública si persiste la inestabilidad.
Otros actores, como la Cámara Nacional de Industria (CNI) y el Comité Multisectorial, optaron por un tono diplomático: la CNI pidió un encuentro según la agenda de Paz, mientras el Comité exigió atención inmediata. Estas solicitudes colectivas pintan un panorama de consenso amplio, pero también de impaciencia. Para los lectores, las implicaciones son claras: un diálogo fallido podría escalar protestas y agravar la recesión, mientras que una respuesta ágil de Paz podría sentar bases para la recuperación, priorizando sectores que generan el 70% del PIB. El nuevo Gobierno enfrentará su primera prueba de gobernabilidad en un país al borde del abismo económico.
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