

El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció este lunes que ya inició la coordinación con el mandatario saliente, Luis Arce, para una transición ordenada del poder, de cara a su asunción el próximo 8 de noviembre. Junto al vicepresidente electo, Edmundo Lara, Paz reveló que cuenta con un gabinete ministerial ya definido, priorizando la estabilidad económica y la unidad nacional en un contexto de tensiones postelectorales.
En una declaración pública, Paz detalló que conversó directamente con Arce para alinear esfuerzos entre equipos técnicos. «Hablé con el presidente Arce; hemos coordinado que el Ministerio de la Presidencia y el de Exteriores serán los responsables de generar una transición fluida», explicó. Subrayó que los futuros ministros no participarán en este proceso, lo que acelera la preparación del nuevo gobierno y evita posibles interferencias.
El anuncio cobra relevancia en un momento clave para Bolivia, donde la escasez de combustibles ha generado inquietud social. Paz informó que ya dialogó con representantes de Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina para asegurar el abastecimiento de gasolina y diésel a partir del 8 de noviembre. «Estamos coordinando de la mejor manera para que llegue ese tan necesario hidrocarburo y darle tranquilidad a la población», enfatizó, posicionando este como el tema prioritario de su agenda inicial. Esta gestión internacional podría mitigar riesgos de desabastecimiento y estabilizar los precios en el corto plazo, beneficiando directamente a familias y sectores productivos.
Paz extendió un llamado explícito a la reconciliación, convocando a la alianza Libre –su principal opositora– y a otros frentes políticos a dejar atrás las confrontaciones. «La victoria no significa otra cosa que poder consensuar para llegar a acuerdos y gobernar de la mejor manera. No seamos mezquinos con la democracia y la patria», sostuvo. Anunció que esta semana visitará diversas instituciones del país para tender puentes y sumar voluntades al próximo gobierno, un gesto que busca consolidar una base amplia y evitar polarizaciones que han marcado elecciones pasadas.
Por su parte, Edmundo Lara lamentó los actos violentos registrados el domingo tras los resultados electorales parciales, que incluyeron incidentes en varias ciudades. «Bolivia necesita unidad y reconciliación para salir adelante», urgió, reforzando el tono conciliador del dúo electo. Paz también destacó el respaldo de figuras opositoras: recibió felicitaciones de Samuel Doria Medina, de la alianza Unidad, y de Manfred Reyes Villa, de APB Súmate, lo que abre la puerta a posibles alianzas legislativas.
Con esta transición en marcha, Bolivia enfrenta el desafío de pasar de la contienda electoral a la gobernabilidad efectiva. La rapidez en armar el gabinete y las gestiones por el combustible sugieren un arranque firme, pero el éxito dependerá de la capacidad para tejer consensos en un Congreso fragmentado. Para los bolivianos, el mensaje es claro: priorizar la estabilidad para un futuro menos incierto.
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