

Estados Unidos extendió sus felicitaciones al presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, por su triunfo en las elecciones presidenciales, al tiempo que ofreció una cooperación bilateral amplia para abordar desafíos clave como la seguridad regional y la estabilidad económica. El anuncio marca un giro histórico en las relaciones entre ambos países, tras dos décadas de gobiernos de izquierda liderados por el Movimiento Al Socialismo (MAS).
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, lideró las declaraciones oficiales al celebrar la victoria de Paz como «un momento histórico para Bolivia». En su mensaje, Rubio destacó que la elección pone fin a «20 años de mala gestión» bajo administraciones izquierdistas, y la describió como «una oportunidad transformadora para ambas naciones». «Felicitamos al presidente electo Rodrigo Paz y al pueblo boliviano por este hito», enfatizó el jefe de la diplomacia de Washington.
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado reforzó el gesto en la red social X, expresando su expectativa de «colaborar con el presidente electo Rodrigo Paz Pereira para restablecer la estabilidad económica, impulsar el crecimiento del sector privado y fortalecer la seguridad». Este pronunciamiento subraya el interés de EE.UU. en un Bolivia más alineado con prioridades compartidas, lo que podría traducirse en mayor inversión y apoyo técnico para el país sudamericano.
Entre las áreas de cooperación destacadas por Rubio figuran el combate a la inmigración ilegal, la facilitación de acceso a mercados para inversiones bilaterales y la lucha conjunta contra organizaciones criminales transnacionales. Estas iniciativas buscan no solo estabilizar la región, sino también generar beneficios directos para los bolivianos, como mayor empleo y seguridad en las fronteras.
Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se impuso en la segunda vuelta electoral del domingo con el 54,57% de los votos, según datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) con más del 97% de las actas escrutadas. Su rival, el exmandatario conservador Jorge «Tuto» Quiroga, quedó rezagado, sellando así el fin de la hegemonía del MAS, que gobernó desde 2006 bajo el liderazgo de Evo Morales.
En su primer discurso postelectoral, Paz priorizó la resolución de la crisis de combustible que azota al país desde hace meses. El mandatario electo reveló gestiones avanzadas con el gobierno de Donald Trump, a través del embajador Christopher Landau, para garantizar el suministro de hidrocarburos a partir del 8 de noviembre, fecha de su juramento presidencial. «Esto dará firmeza a las transformaciones desde el inicio de mi mandato», declaró Paz, prometiendo que Bolivia «no le faltarán sus recursos energéticos».
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