

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, advirtió que lo ocurrido en Tipuani puede ser el inicio de una «gran catástrofe» para toda la región, si no se aplican soluciones estructurales que aborden fundamentalmente la desregulación de la actividad minera.
La alerta se emite después de que el desborde del río Tipuani, la mañana del 7 de octubre, activara nuevamente la emergencia en este municipio de la provincia Larecaja, en el departamento de La Paz. El evento afectó a más de 420 familias y dejó viviendas anegadas tras intensas lluvias.
Evaluación técnica: un panorama desalentador
Tras la evaluación del equipo técnico desplegado por el Viceministerio de Defensa Civil, los resultados «no son nada alentadores», según Calvimontes. Muchas viviendas permanecen bajo el agua, mientras que otras corren un alto riesgo de desplomarse una vez que el terreno se seque, debido a la falta de sistemas de drenaje adecuados.
“No hay forma de desaguar estas aguas por las características geográficas del municipio. El riesgo es alto”, indicó la autoridad en una entrevista con RTP, subrayando la gravedad de la situación.
El problema de fondo: la minería sin control
El viceministro Calvimontes fue contundente al señalar que el origen del problema es estructural y radica en la falta de control sobre las cooperativas mineras que operan en la zona. Afirmó que, sin una regulación adecuada, será imposible evitar que se repitan este tipo de emergencias.
“Es importante que las autoridades por ley intervengan y hagan una investigación, primero sobre el hecho y, segundo, planteen soluciones estructurales”, remarcó. Instó así a los gobiernos municipal y departamental, así como a las propias cooperativas, a asumir sus responsabilidades.
Reubicación descartada; se apuesta por la regulación
Frente a la complejidad de reubicar el municipio, donde existen edificios de hasta cinco pisos y servicios básicos instalados, Calvimontes descartó esta opción por el momento. La alternativa más viable, según su análisis, es ordenar el crecimiento urbano y regular de manera estricta la actividad minera.
“Lo más conveniente en este momento es hacer una regulación y lograr que las cooperativas mineras cumplan con lo que está establecido por ley”, enfatizó, sugiriendo que muchas deberían reubicar sus operaciones a otros sectores.
La crecida del río no solo inundó viviendas, sino también sembradíos y vías de acceso, manteniendo una situación crítica en varios sectores de Tipuani mientras se espera la declaratoria formal de desastre para liberar recursos adicionales.
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