

Bolivia registró un déficit comercial de 674,7 millones de dólares entre enero y agosto de 2025, impulsado por una caída del 2,9% en las exportaciones y un aumento en las importaciones de combustibles. Según el Boletín Estadístico de Comercio Exterior (COMEX) del Instituto Nacional de Estadística (INE), este saldo negativo refleja desafíos en el sector energético y una dependencia creciente de productos importados.
En agosto solo, el déficit alcanzó los 85,4 millones de dólares, con exportaciones por 827,2 millones y un récord de importaciones por 912,5 millones. Este acumulado anual alerta sobre la vulnerabilidad económica del país, donde las ventas al exterior totalizaron 5.782,8 millones de dólares en el período.
Exportaciones: Caída general con avances en minería y manufactura
Las exportaciones bolivianas descendieron un 2,9% respecto al mismo lapso de 2024, alcanzando 5.782,8 millones de dólares. A pesar de la tendencia bajista, sectores clave mostraron resiliencia.
La minería lideró el dinamismo con un crecimiento del 11,4%, sumando 2.183,7 millones de dólares en ventas. Destacan las exportaciones de plata, que subieron 25,7% a 932 millones de dólares, y de zinc, con un alza del 4% a 901,7 millones.
Manufactura en ascenso moderado
La industria manufacturera creció un 1,1%, con 2.295,5 millones de dólares en envíos. Se evidencia un impulso en joyería de oro (46,9% más) y urea granulada (2,8% de aumento), según datos del INE.
Déficit energético: Balanza negativa en hidrocarburos
El sector de hidrocarburos agrava el panorama, con un déficit de 1.176 millones de dólares entre enero y agosto de 2025. Las exportaciones de gas natural cayeron 34,5% a 765,3 millones de dólares, dirigidas principalmente a Brasil.
En contraste, las importaciones de combustibles y lubricantes escalaron a 1.941,3 millones de dólares, con 1.931,4 millones en productos elaborados como diésel y gasolina. Esta brecha energética ha crecido anualmente: en 2024 fue de 977,1 millones (importaciones por 2.611,7 millones), en 2023 de 796,2 millones y en 2022 de solo 18 millones.
Hasta 2021, Bolivia mantenía un superávit en este rubro, pero la declinación en reservas de gas ha invertido la tendencia. El INE advierte que esta dependencia externa podría presionar más la economía si no se diversifican las fuentes.
Perspectivas y contexto económico
El déficit comercial global de 674,7 millones subraya la necesidad de fortalecer exportaciones no tradicionales. Fuentes del INE enfatizan que el dinamismo minero ofrece oportunidades, pero el sector energético demanda reformas urgentes.
Bolivia busca equilibrar su balanza mediante acuerdos regionales, aunque el panorama para el cierre de 2025 permanece incierto ante volatilidades globales en precios de commodities.
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