

La Fiscalía lleva adelante una investigación por presunta falsificación de documentos y la posible exportación de cortes especiales de carne bajo la clasificación arancelaria de despojos comestibles, un mecanismo que permitiría evadir autorizaciones y cupos de exportación. El caso salió a la luz tras el veto ruso a un frigorífico boliviano y denuncias por inconsistencias en los registros de comercio exterior.
Veto ruso por certificados falsificados
El Ministerio de Agricultura de la Federación Rusa suspendió las importaciones del Frigorífico BFC S.A. en febrero de 2023. La medida se tomó después de que la Aduana de ese país rechazara seis certificados de origen, presuntamente falsificados, correspondientes a envíos de enero y febrero de ese año.
El Servicio Nacional de Certificación de Exportaciones (Senavex) informó, mediante un documento del 29 de abril de 2025, que dichos certificados nunca fueron emitidos por la institución, por lo que se presume su falsificación. La investigación del Ministerio Público indaga los delitos de uso de instrumento falsificado contra el representante legal de BFC, Paulo Martins Macedo, y falsedad material e ideológica contra Sebastián Candia Céspedes, empleado del frigorífico.
Caneb alertó sobre presunta evasión de cupos
La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb) informó que existe la presunción de que uno o más frigoríficos habilitados utilizaron la subpartida de ‘despojos comestibles’ para exportar cortes especiales de carne. Esta categoría no requiere autorización de exportación, a diferencia de los cortes especiales que están sujetos a cupos.
Marcelo Olguín, gerente general de la Caneb, explicó que los precios de exportación declarados son particularmente elevados para ser despojos, lo que sugiere que en realidad se trataba de cortes de mayor valor. La entidad ya comunicó esta presunción a los ministerios de Desarrollo Rural y Tierras y de Desarrollo Productivo, sin haber obtenido una respuesta formal hasta la fecha.
Grandes inconsistencias en datos de comercio
Una investigación periodística evidenció graves discrepancias entre las estadísticas de exportación de Bolivia y las de importación de China, su principal mercado. Entre 2020 y 2024, China registró la importación de 237.576 toneladas de carne bovina boliviana, mientras que Bolivia reportó la exportación de solo 108.388 toneladas. Esta diferencia acumula 129.188 toneladas más reportadas por China, lo que representa una brecha del 119%.
Además, se detectó que durante la prohibición de exportación de carne decretada por el gobierno en 2025, el frigorífico BFC incrementó significativamente sus envíos al exterior, particularmente bajo la partida de despojos comestibles.
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