

El Estado boliviano ha destinado hasta agosto de 2025 un total de 2.332 millones de dólares para la importación de combustibles y el pago de la deuda externa, según informó el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, durante la presentación del informe sobre las Reservas Internacionales Netas (RIN). Esta erogación refleja un desbalance entre ingresos y salidas de divisas, con un énfasis en la cobertura de insumos esenciales como diésel y gasolina.
Rojas detalló que el Banco Central cubrió una brecha neta de 654 millones de dólares en importaciones de combustibles, en un contexto donde las exportaciones petroleras solo generaron 628 millones de dólares frente a los 1.282 millones gastados en compras.
Importación de combustibles: una brecha significativa
Hasta agosto, Bolivia erogó 1.282 millones de dólares en la importación de diésel y gasolina, mientras que los ingresos por exportaciones petroleras alcanzaron solo 628 millones. Esto obligó al BCB a cubrir 654 millones para garantizar el suministro de estos insumos a la economía nacional.
“Claramente se ve los aportes que tuvo que hacer el BCB en términos de lo que es la importación de diésel y gasolina”, explicó Rojas. Esta medida busca mantener la provisión estable, pese al desequilibrio en la balanza energética.
Pago de deuda externa: 67% del programado para 2025
En concepto de deuda externa, el país pagó 1.050 millones de dólares hasta agosto, lo que representa el 67% de lo previsto para todo 2025. Rojas destacó un descalce de 371 millones entre desembolsos recibidos y pagos efectuados, cubierto por el BCB para preservar la condición crediticia de Bolivia.
La paralización en la aprobación de créditos en el Legislativo ha frenado nuevos desembolsos, incrementando la presión sobre las reservas. “Son 371 millones de dólares en lo que va la gestión que se ha tenido que también cubrir”, indicó el presidente del BCB.
Mejora en la valoración de bonos soberanos
El cumplimiento de obligaciones internacionales ha impulsado la valoración de los bonos bolivianos, que pasaron de un precio de 0,53-0,56 a principios de año a 0,8-0,82 actualmente. Rojas atribuyó este avance a la confianza generada por pagos puntuales, descartando influencias electorales.
“No es, como se comenta, que es por la participación de cierto candidato que se hayan valorado los títulos. Nada que ver, este es un tema objetivo”, sostuvo. En su visión, esto refleja una imagen favorable de la economía boliviana ante el mundo.
Estabilidad en el dólar paralelo y esfuerzos futuros
En un contexto relacionado, la cotización del dólar paralelo ha caído de Bs 20 a entre Bs 11 y Bs 12, gracias a factores como la reducción de incertidumbre postconflictos, una balanza comercial privada positiva, remesas y el uso eficiente de activos virtuales. Rojas mencionó también el impacto del Bono Bicentenario en la revalorización del boliviano.
“Esperemos que esta tendencia se mantenga (…) vamos a hacer los esfuerzos para mantener la tendencia”, comprometió el presidente del BCB, sin prometer niveles específicos como Bs 7 u Bs 8.
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