

El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó este jueves los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda 2024, los cuales confirman una transformación demográfica en el país, caracterizada por una disminución de la natalidad y un progresivo envejecimiento de la población.
La población total de Bolivia se estableció en 11.365.333 habitantes, con una distribución prácticamente equitativa entre hombres y mujeres. El director del INE, Humberto Arandia, alertó que estos cambios en la estructura etaria plantean desafíos económicos y sociales futuros para el país.
Caída en la natalidad y cambio en la pirámide poblacional
El análisis demográfico evidencia un cambio significativo en la forma de la pirámide poblacional. Arandia explicó que se observa “un ligero achatamiento en los rangos más bajos”, lo que coincide con la reducción de la tasa global de fecundidad.
Los datos son contundentes: la población de 0 a 14 años disminuyó de un 38,7% en 2001 a solo un 27% en 2024. Este desplazamiento confirma la tendencia a la baja en los nacimientos, cambiando la composición etaria del país.
El bono demográfico y el aumento de la población adulta
En contrapartida, la población en edad de trabajar (15 a 64 años) aumentó del 56,4% al 65,6% en el mismo periodo. Arandia destacó que Bolivia se encuentra en pleno “bono demográfico”, una oportunidad para aprovechar esta mayor fuerza laboral y traducirla en crecimiento económico.
“El desafío es poder aprovechar esta maximización de la población en edad de trabajar para redituar este cambio demográfico”, manifestó la autoridad.
El desafío del envejecimiento poblacional
El segmento de adultos mayores (65 años o más) mostró un crecimiento sostenido, pasando de representar el 5% de la población en 2001 al 7,4% en 2024. Este incremento confirma el envejecimiento progresivo de la población.
Arandia advirtió que “las próximas generaciones se enfrentarán a un desafío inminente por el crecimiento de esta población de adultos mayores”, señalando la necesidad de prepararse para los requerimientos en salud y protección social que esta tendencia exige.
Cambios en la composición de los hogares
Los resultados también reflejan una transformación en la conformación de los hogares bolivianos. Los hogares unipersonales (donde vive una sola persona) aumentaron considerablemente, de 15,2% a 25,9%.
Asimismo, los hogares monoparentales (donde solo está el padre o la madre) crecieron de 15,7% a 17,2%, un dato que, según el INE, concuerda con estudios recientes sobre dinámicas familiares.
El director del INE concluyó que Bolivia “enfrenta una transición demográfica avanzada”, con menor natalidad, envejecimiento y la necesidad clara de diseñar políticas públicas para aprovechar el bono demográfico actual.
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