

Un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef alerta que una de cada cuatro personas en el mundo careció de acceso a agua potable gestionada de manera segura durante el año pasado. El estudio advierte que el retraso en los programas de mejora expone a miles de millones a un mayor riesgo de enfermedades.
El objetivo de lograr el acceso universal al agua, el saneamiento y la higiene (WASH) para 2030 se considera cada vez mÔs inalcanzable, según las agencias de la ONU. Los datos subrayan una crisis global que afecta desproporcionadamente a las comunidades mÔs marginadas.
La crisis del agua y el saneamiento
El informe analiza cinco niveles de servicios de suministro de agua. El mĆ”s alto, la Ā«gestión seguraĀ», significa tener agua potable libre de contaminación disponible en el hogar. Los niveles inferiores incluyen acceso Ā«bĆ”sicoĀ», Ā«limitadoĀ», Ā«no mejoradoĀ» y, el mĆ”s crĆtico, la dependencia de agua superficial de rĆos o estanques.
MÔs de 100 millones de personas siguieron dependiendo de fuentes de agua superficiales para su consumo, una prÔctica de alto riesgo para la salud. Aunque 961 millones de personas han ganado acceso a agua gestionada de forma segura desde 2015, la cobertura global solo aumentó del 68% al 74%.
Desigualdades regionales persistentes
Las disparidades son profundas a nivel regional. De los 28 paĆses donde una de cada cuatro personas aĆŗn no tiene siquiera un servicio bĆ”sico de agua, la gran mayorĆa se concentra en el continente africano.
En cuanto al saneamiento, 1.200 millones de personas obtuvieron acceso a servicios gestionados de forma segura en el mismo periodo, elevando la cobertura del 48% al 58%. No obstante, 354 millones de personas aún practican la defecación al aire libre.
Un llamado urgente a la acción
«El agua, el saneamiento y la higiene no son privilegios. Son derechos humanos fundamentales», declaró Rüdiger Krech, de la OMS. «Debemos acelerar nuestras acciones, en particular para las comunidades mÔs marginadas», añadió.
Por su parte, Cecilia Scharp, directora del programa WASH de Unicef, destacó el impacto en la infancia: Ā«Cuando los niƱos no tienen acceso… su salud, educación y futuro estĆ”n en riesgo. Estas desigualdades son particularmente marcadas para las niƱasĀ».
Ambas agencias concluyen que, al ritmo actual de progreso, la promesa de acceso universal para 2030 se aleja cada vez mÔs, exigiendo una respuesta global urgente y acelerada.Desde 2015, 1.600 millones de personas obtuvieron acceso a servicios bÔsicos de higiene (un lugar para lavarse las manos con agua y jabón). Hoy 80% de la población mundial dispone de ellos, frente a 66% de hace diez años.
āCuando los niƱos no tienen acceso a agua potable, saneamiento e higiene, su salud, educación y futuro estĆ”n en riesgoā, recordó Cecilia Scharp, directora del programa WASH de Unicef.
SegĆŗn ella, āestas desigualdades son particularmente marcadas en el caso de las niƱas, que a menudo cargan con tarea de recolectar agua y enfrentan dificultades adicionales durante la menstruaciónā.
āAl ritmo actual, la promesa de acceso a agua potable y saneamiento para cada niƱo se aleja cada vez mĆ”sā, concluyó Scharp.
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