

La Defensoría del Pueblo, a través de su Observatorio Defensorial sobre Racismo y Discriminación, identificó al menos 12 hechos de intolerancia, discriminación e incitación a la violencia ocurridos entre el 23 de mayo y el 31 de julio, en el marco del actual proceso electoral en Bolivia. Los casos involucran a actores políticos, figuras públicas y ciudadanos particulares, según el segundo boletín El Radar: Miradas que Transforman.
Hechos de violencia política y discursos polarizantes
El informe detalla diversos incidentes, entre ellos:
- La quema de banderas en actos proselitistas.
- Agresiones físicas contra un candidato durante su proclamación.
- Ataques a casas de campaña de diferentes partidos.
Además, se registraron discursos polarizantes que intensifican la confrontación política. Uno de los casos más notorios es el uso del término despectivo “k’ara” por parte de un candidato presidencial al referirse al presidente Luis Arce. En Trinidad, una autoridad municipal expresó que impediría que “collas de mierda” controlen instituciones si un partido específico resulta vencedor.
Incitación a la violencia en actos políticos
En el Trópico de Cochabamba, se reportaron llamados a la acción directa contra el proceso electoral durante un mitin partidario. Según la Defensoría, estos mensajes no solo fomentan la polarización, sino que también representan una amenaza para la convivencia democrática.
Discriminación por género, origen y apariencia
El Observatorio también identificó ataques en redes sociales contra candidatas mujeres, centrados en cuestionamientos sobre su capacidad, origen y color de piel. Un caso destacado ocurrió en un programa radial, donde una historiadora comentó: “El partido de Eva Copa se llama Morena, pero ella se blanquea”, reforzando estereotipos racistas y sexistas.
Ofensas a símbolos nacionales: la Wiphala, blanco de agresiones
Fuera del contexto electoral, también se reportaron agresiones simbólicas contra la Wiphala, como su quema en Llallagua y su prohibición en un desfile cívico en San Ignacio de Velasco. La Defensoría del Pueblo lamentó que este símbolo patrio sea erróneamente identificado como insignia partidaria, lo que evidencia formas de discriminación estructural en la sociedad boliviana.
Llamado a la paz, la tolerancia y el respeto democrático
Ante este panorama, la Defensoría del Pueblo hizo un llamado urgente a los actores políticos y a la ciudadanía a participar de manera pacífica en el proceso electoral. La institución reiteró la importancia de erradicar todo tipo de racismo y discriminación para asegurar una democracia inclusiva y respetuosa de los derechos humanos.
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