

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento económico mundial del 3% para 2025, superando en 0,2 puntos porcentuales su estimación de abril, según su informe actualizado publicado este martes. Esta revisión al alza se produce en medio de una persistente incertidumbre comercial y tensiones arancelarias, particularmente entre Estados Unidos y varios de sus socios.
Pese al conflicto comercial, la economía global muestra signos de resistencia. La decisión de Washington de pausar temporalmente algunos aumentos arancelarios, junto a nuevos acuerdos con países como Japón, Vietnam y la Unión Europea, contribuyó a este pronóstico más optimista.
Estados Unidos y China muestran señales mixtas
El FMI estima que Estados Unidos crecerá un 1,9% en 2025, ligeramente por encima del cálculo anterior, aunque por debajo del 2,8% registrado en 2024. La inflación, influida por los aranceles, empieza a moderarse. En tanto, China mejora significativamente su proyección, con un crecimiento previsto del 4,8%, acercándose al nivel del año pasado (5%).
En Europa, la zona euro registrará un crecimiento del 1%. Alemania apenas evita la recesión con una mejora marginal (+0,1%), mientras que Francia y España mantendrán sus ritmos con 0,6% y 2,5% respectivamente.
América Latina mejora levemente sus perspectivas
Para América Latina y el Caribe, el FMI prevé una expansión del 2,2% en 2025, 0,2 puntos más que lo proyectado en abril, aunque aún por debajo del 2,4% alcanzado en 2024. Brasil, la mayor economía regional, crecerá un 2,3% gracias a estímulos internos, a pesar de sus déficits fiscales.
Argentina mantendrá su proyección de crecimiento en 5,5% este año y 4,5% en 2026, impulsada por una recuperación basada en una fuerte desinflación. La inflación anual en ese país podría bajar a un rango de entre 18% y 23% para fin de año, según el FMI.
FMI llama a reducir la incertidumbre comercial
El FMI advierte que, aunque las perspectivas mejoran, persisten riesgos relacionados con los conflictos arancelarios. Por ello, insta a los países a resolver sus diferencias y promover políticas comerciales estables como una vía esencial para sostener el crecimiento global.
Asimismo, recomendó actuar con prudencia fiscal y fomentar la cooperación internacional como medidas clave para consolidar la recuperación económica tras los efectos de la pandemia.
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