

Un terremoto de magnitud 8.7 sacudió la costa este de Rusia el 29 de julio de 2025, con epicentro a 136 kilómetros de Petropavlovsk-Kamchatsky, en la península de Kamchatka, a una profundidad de 19 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El sismo, el más fuerte desde el devastador terremoto de Japón en 2011, desencadenó alertas de tsunami en varias regiones del Pacífico. Las autoridades de Rusia, Japón, Estados Unidos y otros países activaron protocolos de emergencia para proteger a las poblaciones costeras.
Alertas de tsunami en múltiples países
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) advirtió sobre olas de tsunami de hasta 3 metros en costas de Rusia y Ecuador, con posibles olas de 1 a 3 metros en Japón, Hawái, Chile y las Islas Salomón. En Kamchatka, se reportó una ola de 3 a 4 metros en el distrito de Yelizovo, según la agencia rusa TASS. El gobernador de Kamchatka, Vladimir Solodov, instó a los residentes a evitar las zonas costeras y seguir las alertas oficiales.
En Japón, la Agencia Meteorológica emitió una advertencia para Hokkaido y otras áreas, esperando olas de hasta 1 metro. En Hawái, las sirenas de alerta sonaron en Honolulu, donde se ordenó la evacuación hacia terrenos altos. El tráfico se congestionó en Oahu, y las autoridades prepararon rutas de evacuación, como un paso de montaña en Waianae, según el representante estatal Darius Kila. Algunas escuelas cancelaron actividades deportivas por seguridad.
Impacto inicial y respuesta de emergencia
El terremoto, ocurrido a las 23:25 UTC, causó daños menores en Kamchatka, como la caída de muebles y cortes de electricidad, pero no se reportaron víctimas fatales. En Petropavlovsk-Kamchatsky, los residentes salieron a las calles tras el sismo, que duró más de siete minutos. En Alaska, se emitieron alertas para las Islas Aleutianas, mientras que la costa oeste de Estados Unidos, desde California hasta Washington, quedó bajo vigilancia de tsunami.
Contexto sísmico del Cinturón de Fuego
Kamchatka, ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es una región de alta actividad sísmica. Este sismo, ajustado de una magnitud inicial de 8.0 a 8.7, es el más intenso desde 2021 a nivel global. Expertos como Shinichi Sakai, sismólogo de la Universidad de Tokio, explicaron que la poca profundidad del epicentro aumenta el riesgo de tsunamis significativos, incluso a miles de kilómetros.
Monitoreo continuo y precaución
Las autoridades de los países afectados mantienen la vigilancia ante la posibilidad de réplicas y nuevas olas. El PTWC advirtió que las olas iniciales podrían no ser las más grandes, ya que un tsunami puede generar múltiples ondas. En países como Perú y México, los servicios de monitoreo descartaron riesgos inmediatos, pero siguen evaluando la situación.
(Con información de agencias)
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