

Jaime Dunn, candidato presidencial por Nueva Generación Patriótica (NGP), anunció este miércoles en La Paz que recurrirá a mecanismos legales para revertir su inhabilitación por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de cara a las elecciones del 17 de agosto. El TSE le otorgó cinco días para apelar, tras determinar que no cumple con los requisitos de solvencia fiscal. Dunn, respaldado por candidatos como Samuel Doria Medina, Manfred Reyes Villa y Jorge Quiroga, defiende su candidatura como una opción de cambio y pluralismo.
Inhabilitación y respuesta de Dunn
El TSE inhabilitó a Dunn por no presentar una solvencia fiscal válida, según el requisito que prohíbe pliegos o sentencias condenatorias ejecutoriadas en materia penal. Dunn aseguró que pagó todas sus deudas, incluyendo 280.000 bolivianos a la Alcaldía de El Alto, superando los 4.000 dólares reclamados. Criticó la burocracia del sistema, afirmando que “está diseñada para controlar y someter”. Según el candidato, la Contraloría no revisó adecuadamente su documentación, que incluye aclaraciones en un informe de cuatro páginas.
Apoyo de otros candidatos
Samuel Doria Medina, líder de Unidad Nacional, expresó su apoyo a Dunn en redes sociales, lamentando su exclusión por un “requisito burocrático”. Abogó por una reforma electoral para reducir restricciones y promover una democracia pluralista. “Jaime Dunn es joven y tendrá oportunidad de volver a intentarlo. Que no renuncie”, afirmó.
Manfred Reyes Villa, candidato presidencial, destacó la importancia de respetar las diferencias en democracia. “Lamento que Jaime Dunn no haya logrado habilitarse. Bolivia necesita unidad en la diversidad”, señaló, enfatizando el derecho del pueblo a elegir libremente.
Jorge Quiroga, de la Alianza Libre, respaldó a Dunn y denunció inhabilitaciones similares contra jóvenes candidatos en Tarija y Chuquisaca. “Dunn aporta una visión liberal y moderna que enriquece el debate político”, afirmó, criticando acciones judiciales que afectan a su propio frente.
Contexto y relevancia
La inhabilitación de Dunn refleja los desafíos del sistema electoral boliviano, criticado por su rigidez burocrática. Su apelación, respaldada por líderes políticos, pone en el centro del debate la necesidad de reformas para garantizar una mayor participación y pluralismo en las elecciones del 17 de agosto de 2025.
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