

Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó su boletín COMEX (Comercio Exterior) correspondiente a abril de 2025, del cual se derivan las siguientes consideraciones:
Bolivia registra siete meses consecutivos de déficits comerciales, desde octubre de 2024 hasta abril de 2025, acumulando un saldo comercial negativo de $us 818.2 millones.
En 2024, solo nueve de los doce meses presentaron superávit comercial, con un saldo comercial negativo acumulado de $us 845.3 millones. En los primeros cuatro meses de 2025, ya se alcanzó el 68% del déficit comercial total de 2024.
El déficit comercial de abril de 2025 ($us 137.1 millones) fue un 1,635% mayor que el de abril de 2024 ($us 7.9 millones).
Las exportaciones de abril de 2025 disminuyeron un 8% en comparación con abril de 2024, mientras que las importaciones aumentaron un 8% en el mismo período.
Las exportaciones acumuladas de enero a abril de 2025 fueron un 7% menores que en el mismo período de 2024, y las importaciones disminuyeron un 6% respecto al año anterior.
En el primer cuatrimestre de 2025, las exportaciones totales de Bolivia cayeron un 7.4% en comparación con 2024, mientras que las exportaciones nacionales disminuyeron un 5.2%.
Todas las exportaciones por actividad económica de enero a abril de 2025 mostraron un decrecimiento respecto a 2024, con la excepción de la extracción de minerales, que creció un 30.4%. Sin embargo, la extracción de minerales presentó el menor rendimiento, con una caída del 37%.
Los productos más exportados de Bolivia al mundo en el primer cuatrimestre de 2025 fueron el zinc ($us 456.9 millones), la plata ($us 436.9 millones), el gas natural ($us 375.5 millones) y el oro metálico ($us 183.7 millones).
En el sector agropecuario, los productos más exportados fueron la castaña ($us 54.3 millones), la quinua ($us 24.7 millones) y las bananas ($us 12.9 millones), todos con valores menores que en el mismo período de 2024.
En cuanto a los productos manufacturados, entre enero y abril de 2025 destacaron los derivados de la soya ($us 211.9 millones), el oro metálico ($us 183.7 millones) y el estaño metálico ($us 138.3 millones). No obstante, estas exportaciones fueron menores en comparación con el mismo período del año anterior.
Lamentablemente, el sector hidrocarburífero continúa en declive. Las exportaciones de gas natural cayeron $us 39 millones en abril de 2025 respecto a marzo del mismo año. Además, las exportaciones acumuladas en el primer cuatrimestre de 2025 se redujeron un 37% en comparación con el mismo período de 2024.
Las importaciones descendieron un 6.1% en el primer cuatrimestre de 2025 respecto al mismo período de 2024.
Todas las importaciones por grandes categorías económicas, de enero a abril de 2025, disminuyeron en comparación con 2024, salvo los suministros industriales.
Los productos más importados hasta abril de 2025 fueron combustibles y lubricantes elaborados, incluidos diésel y gasolina ($us 904 millones), suministros industriales elaborados ($us 876 millones) y bienes de capital ($us 351.3 millones).
Los principales países de origen de las importaciones son China, Brasil y Argentina. Las importaciones, según acuerdos comerciales, también han disminuido en comparación con el primer cuatrimestre de 2024.
Las cifras oficiales reflejan un deterioro continuo del comercio exterior boliviano, evidenciado por más de medio año consecutivo de déficits comerciales. Tanto las exportaciones como las importaciones nacionales se han visto notablemente afectadas, principalmente por la escasez de dólares, lo que limita el consumo en el mercado interno, restringe las exportaciones y sugiere un crecimiento económico reducido o un estancamiento.
Este panorama se agrava en un contexto de alta volatilidad e incertidumbre debido a factores políticos y electorales. El desabastecimiento de carburantes y los recientes bloqueos de carreteras han dificultado aún más la recuperación del comercio exterior. La consecuencia más grave, además de los problemas comerciales, monetarios y fiscales, es el impacto inflacionario, que reduce cada vez más el poder adquisitivo de la moneda nacional, incrementa la presión sobre las economías bolivianas y empuja a miles de personas hacia la informalidad y la pobreza.
Luis Fernando Romero Torrejón es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.
La opinión expresada en este artículo es de exclusiva responsabilidad del autor y no representa una posición oficial de Enfoque News.
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