

Israel lanzó este lunes una nueva ola de bombardeos contra objetivos iraníes, incluido un cuartel de la Guardia Revolucionaria en Teherán, en una escalada del conflicto que ya cumple once días. Las fuerzas israelíes también atacaron la prisión de Evin, donde hay presos políticos y occidentales, según confirmaron fuentes oficiales.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó en redes sociales que los ataques fueron de «una potencia sin precedentes» y alcanzaron instalaciones clave del régimen iraní, incluyendo sedes de los Basidj, milicia paramilitar afiliada a la Guardia Revolucionaria.
Irán amenaza a EE.UU. y advierte sobre expansión del conflicto
Mientras tanto, Irán responsabilizó a Estados Unidos por los bombardeos del domingo contra sus instalaciones nucleares en Isfahán, Natanz y Fordo, y amenazó con «graves consecuencias». Ebrahim Zolfaghari, portavoz militar iraní, advirtió que estos ataques «ampliarán los objetivos legítimos de Irán» y podrían extender la guerra en la región.
Akbar Velayati, asesor del líder supremo Ali Jamenei, fue más allá y sugirió represalias contra bases militares estadounidenses en Oriente Medio.
Daños en instalaciones nucleares y cortes de energía en Israel
El Pentágono aseguró que los ataques del domingo «devastaron» el programa nuclear iraní, aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aún evalúa los daños. Rafael Grossi, director del OIEA, pidió acceso urgente a las instalaciones para verificar las reservas de uranio enriquecido, cercanas al nivel necesario para fabricar una bomba atómica.
En Israel, los ataques con misiles iraníes causaron cortes de energía en el sur del país tras dañar una «instalación estratégica» de la red eléctrica.
Balance de víctimas y tensión regional
Según cifras oficiales, el conflicto ha dejado más de 400 muertos y 3.000 heridos en Irán, la mayoría civiles. En Israel, los ataques iraníes han causado 24 fallecidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró en redes sociales los «daños monumentales» en las instalaciones nucleares iraníes, aunque expertos sospechan que parte del material nuclear pudo ser trasladado antes de los bombardeos.
¿Hacia una escalada mayor?
Con Irán insinuando el cierre del estrecho de Ormuz –vital para el comercio petrolero mundial– y EE.UU. e Israel en alerta, la región enfrenta su crisis más grave en años. Mientras las potencias evalúan sus próximos pasos, la comunidad internacional urge a evitar una guerra total.
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