

La policía de Los Ángeles implementó un toque de queda el martes por la noche en el centro de la ciudad, tras enfrentamientos con manifestantes que protestaban contra las redadas migratorias ordenadas por el presidente Donald Trump. Las autoridades detuvieron a decenas de personas y utilizaron proyectiles de control de multitudes para dispersar a cientos de manifestantes, mientras la Guardia Nacional permanecía en alerta.
Toque de queda y detenciones
El toque de queda, vigente desde las 8 p.m. hasta las 6 a.m., abarcó un área de 2.5 km² en el centro de la ciudad, excluyendo a residentes, personas sin hogar y medios de comunicación. El jefe de policía, Jim McDonnell, justificó la medida por el aumento del «comportamiento ilegal y peligroso», incluyendo saqueos a 23 negocios.
Hasta el martes, se reportaron 197 arrestos, principalmente por no dispersarse, aunque también hubo detenidos por agresión, vandalismo y lanzamiento de una bomba molotov. Siete agentes resultaron heridos, dos hospitalizados.
Respuesta de autoridades locales y federales
El gobernador de California, Gavin Newsom, acusó a Trump de agravar la tensión al desplegar a la Guardia Nacional y a infantes de Marina en apoyo a las redadas migratorias. Newsom solicitó a un juez frenar esta colaboración, alegando que promueve disturbios. La audiencia se fijó para el jueves.
Trump defendió su estrategia y no descartó invocar la Ley de Insurrección, que permite el uso de fuerzas militares para controlar protestas. En un discurso, calificó a los manifestantes de «animales» y «enemigos extranjeros».
Protestas en otras ciudades
Las manifestaciones se extendieron a Dallas, Austin, Chicago y Nueva York, donde hubo enfrentamientos y arrestos. En Texas, la policía usó gases irritantes para dispersar a cientos de personas, mientras la Guardia Nacional permanecía en alerta.
Impacto y reacciones
Las redadas migratorias continuaron en Los Ángeles, con operativos en bibliotecas, lavanderías y comercios. Algunas escuelas reforzaron seguridad en graduaciones por temor a acciones del ICE.
Newsom advirtió que las acciones de Trump representan un «asalto a la democracia» e instó a la resistencia pacífica. Mientras, el Pentágono reveló que el despliegue militar tiene un costo de $134 millones.
Las protestas comenzaron el viernes tras redadas que arrestaron a decenas de inmigrantes. Manifestantes bloquearon autopistas e incendiaron vehículos, llevando a la policía a usar gases lacrimógenos y balas de goma.
(Con información de agencias)
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