

En medio de la guerra arancelaria liderada por Estados Unidos, el ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro, vislumbra oportunidades para las exportaciones de minerales, especialmente tierras raras. A pesar de desafíos internos y externos, Bolivia busca fortalecer su economía.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China, marcado por aranceles crecientes, afecta la economía mundial. El ministro Marcelo Montenegro reconoció estas dificultades, pero destacó el potencial para las exportaciones bolivianas. Subrayó que los minerales, como las tierras raras, tienen alta demanda global, lo que posiciona a Bolivia para aprovechar mercados menos impactados por los aranceles.
“El mundo necesita estos insumos clave, y Bolivia puede satisfacer esa demanda”, afirmó la autoridad en una entrevista con la televisora estatal.
Tierras Raras: un mercado en crecimiento
El sector minero de Bolivia, especialmente las tierras raras, representa una ventaja estratégica. Estos minerales, esenciales para tecnologías como vehículos eléctricos y energías renovables, enfrentan menos restricciones comerciales. Montenegro enfatizó la intención del gobierno de diversificar mercados para aprovechar esta demanda.
Resiliencia financiera de Bolivia
A pesar del bloqueo legislativo en la Asamblea, que ha retrasado la aprobación de créditos externos por $us 1.500 millones, Montenegro aseguró que Bolivia cumple puntualmente con sus obligaciones financieras. “Hemos implementado mecanismos para garantizar el pago de la deuda, incluso en medio de tensiones políticas”, señaló.
Sin embargo, criticó a agencias como Moody’s por no considerar el contexto geopolítico adverso. El reciente informe de Moody’s destacó la fricción política y los créditos pendientes, pero omitió factores externos como las disputas comerciales globales.
Superando obstáculos de financiamiento
La paralización de préstamos internacionales, como los de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), plantea retos. El embajador de JICA advirtió que no habrá más fondos si no se aprueban proyectos pendientes. Para contrarrestarlo, el gobierno explora nuevos mercados y alianzas para impulsar el crecimiento basado en exportaciones.
Las disputas políticas internas han frenado iniciativas económicas clave, incluyendo la aprobación de créditos esenciales para infraestructura. Montenegro instó a una mayor cooperación legislativa para desbloquear estos recursos y apoyar la estrategia económica.
El entorno comercial global sigue siendo volátil, con las guerras arancelarias generando riesgos y oportunidades. El desafío de Bolivia es navegar estas incertidumbres mientras resuelve cuellos de botella internos. Priorizar sectores de alto valor, como la minería, busca consolidar su posición económica.
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