

El expresidente Evo Morales instó a sus seguidores a mantenerse unidos frente a un eventual triunfo opositor en las elecciones de 2025, advirtiendo que la derecha podría reinstaurar la política de «coca cero», afectando gravemente a los cocaleros del trópico de Cochabamba, bastión de su movimiento político.
Durante un multitudinario acto en la Federación Mamoré Bulo Bulo, organizado por las Seis Federaciones del Trópico —organización que lideró por décadas—, Morales destacó la masiva asistencia, comparándola en tono jocoso con la escasa concurrencia al estadio local de fútbol en Entre Ríos. «Hoy los cocaleros llenaron este espacio como nunca lo hace el equipo Carlos Villegas», señaló.
El exmandatario alertó sobre una «arremetida» en su contra desde cuatro frentes: «el imperio, el Gobierno, la derecha y medios de comunicación pagados», equiparando estas presiones a las que enfrentó antes de llegar al poder en 2006. En este contexto, insistió en la necesidad de «mayor unidad» para preservar el proyecto político que encabezó durante 14 años.
Tensiones internas en el MAS
Morales también abordó las tensiones internas en el Movimiento Al Socialismo (MAS), marcadas por la pugna entre los sectores «evistas» y «arcistas», seguidores del presidente Luis Arce. La ausencia del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, cercano al oficialismo, reflejó estas divisiones. Aunque algunos opositores promueven a Rodríguez como posible candidato, los leales a Morales descartaron en marzo su postulación por alguna organización afín.
El líder cocalero reafirmó su intención de competir en las próximas elecciones, asegurando estar «habilitado» pese a las restricciones constitucionales, y garantizó a sus bases que la sigla partidaria de su movimiento está asegurada, aunque no reveló detalles.
Con este discurso, Morales busca consolidar a su base social en el Trópico de Cochabamba y contrarrestar la polarización dentro del MAS. Su advertencia sobre la «coca cero» apunta a movilizar a los cocaleros ante un escenario electoral incierto, mientras la disputa por la candidatura oficialista permanece sin resolverse. El llamado a la unidad subraya la relevancia del «evismo» como fuerza política, pero también expone las fracturas que podrían determinar el futuro del oficialismo en las urnas.
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