

Bolivia concretó este jueves el primer envío de 25 toneladas de chía al mercado chino, marcando el inicio de un ambicioso plan que proyecta la exportación de hasta 50.000 toneladas anuales y la generación de más de 100 millones de dólares en los próximos cuatro años. Este hito, liderado por el sector privado con respaldo estatal, abre nuevas oportunidades para el crecimiento del agro boliviano en mercados internacionales.
La exportación fue realizada por la empresa Agropecuaria Chía Corp. Bolivia S.A., con sede en el Parque Empresarial Latinoamericano de Santa Cruz. De acuerdo con un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores, este logro es el resultado de un trabajo coordinado entre la Cancillería, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (CADEX). Gracias a este esfuerzo conjunto, 12 empresas bolivianas ya están habilitadas para exportar chía a China, mientras otras cinco avanzan en su proceso de registro.
El presidente Luis Arce destacó la relevancia de esta apertura comercial hacia uno de los mercados más grandes del mundo. “Hoy tenemos la gran oportunidad de ingresar a un mercado de 1.300 millones de habitantes con nuestra producción”, afirmó.
Beneficio económico y social
Edmundo Farell, representante de los productores de chía en Santa Cruz, subrayó que esta apertura beneficiará a más de 1.000 agricultores, entre pequeños, medianos y grandes. “Estimamos alcanzar las 50.000 hectáreas de siembra durante la campaña de invierno, con un impacto económico de hasta 50 millones de dólares entre 2025 y 2026”, explicó.
Farell también valoró el respaldo del Gobierno, que desde hace tres años impulsa la consolidación de este proyecto exportador. “Este sueño comenzó hace seis años, pero solos no podíamos lograrlo”, reconoció.
Proyección y diversificación
El crecimiento de la demanda china por alimentos saludables posiciona a la chía boliviana como un producto con alto potencial. Las autoridades proyectan que, en los próximos años, este cultivo se convierta en uno de los principales generadores de divisas para el país, contribuyendo a la diversificación de la matriz exportadora.
Este primer envío no solo consolida a Bolivia como proveedor confiable en el mercado asiático, sino que también sienta las bases para futuras negociaciones comerciales que incluyan otros productos agroindustriales bolivianos.
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