

Cuatro personas, entre ellas dos adolescentes belgas, fueron arrestadas en Kenia por su presunta participación en el contrabando de miles de hormigas hacia mercados en Europa y Asia. Las autoridades califican el caso como parte de una nueva tendencia preocupante: el trÔfico ilegal de especies pequeñas, pero vitales para los ecosistemas.
Los jóvenes belgas Lornoy David y Seppe Lodewijckx, ambos de 19 aƱos, fueron detenidos el pasado 5 de abril en una casa de huĆ©spedes del condado de Nakuru con 5,000 hormigas guardadas en mĆ”s de 2,200 tubos de ensayo. Durante su comparecencia judicial esta semana en Nairobi, dijeron que recolectaban las hormigas por diversión y desconocĆan que fuera ilegal. Sus familiares los acompaƱaron en la audiencia, visiblemente consternados.
En un proceso paralelo, el ciudadano keniano Dennis Ngāangāa y el vietnamita Duh Hung Nguyen tambiĆ©n enfrentan cargos de trĆ”fico de vida silvestre, tras ser sorprendidos con 400 hormigas en sus domicilios en la capital del paĆs.
SegĆŗn el Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS), los cuatro hombres participaban en una red de trĆ”fico que pretendĆa exportar las hormigas, en especial la especie messor cephalotes, caracterĆstica por su gran tamaƱo, color rojizo y su rol como recolectora. Las autoridades estiman que el valor total de los insectos incautados asciende a un millón de chelines kenianos (unos 7,700 dólares).
āEl trĆ”fico de estas especies no solo afecta la soberanĆa de Kenia sobre su biodiversidad, sino que tambiĆ©n priva a las comunidades locales y a la ciencia de beneficios potencialesā, advirtió el KWS en un comunicado.
Expertos como Philip Muruthi, de la Fundación Africana de Vida Silvestre, alertan que las hormigas cumplen funciones cruciales en los ecosistemas, como enriquecer el suelo, favorecer la germinación de plantas y alimentar a otras especies. Muruthi tambiĆ©n subrayó los riesgos sanitarios y agrĆcolas que implica el comercio sin regulación de fauna silvestre.
Este caso marca un cambio en las estrategias del trƔfico ilegal, que antes se centraba en animales mƔs visibles como elefantes y rinocerontes. Las autoridades kenianas ahora enfrentan el reto de proteger tambiƩn a las especies menos conocidas pero igualmente esenciales para el equilibrio natural.
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