

En el Día de la Niña y del Niño Boliviano, el Ministerio de Salud y Deportes recordó que proteger la salud infantil comienza con la prevención. Estar atentos a ocho señales puede permitir la detección temprana del cáncer infantil, mientras que completar el esquema de vacunación protege contra 24 enfermedades graves. Ambas acciones son esenciales para garantizar el bienestar de niñas y niños en el país.
El cáncer infantil en Bolivia presenta patrones similares a los de otros países, siendo mayoritariamente genético y no prevenible. Por ello, la detección temprana es clave. Leucemias, linfomas, sarcomas y retinoblastomas son los tipos más comunes. El Ministerio promueve la identificación de signos como palidez, moretones inexplicables, fiebre persistente, cansancio, dolor constante, mareos, manchas blancas en el ojo, bultos y abdomen hinchado, los cuales deben motivar una consulta médica inmediata.
Para fortalecer el diagnóstico temprano, se lanzó la Guía de Diagnóstico Oportuno del Cáncer en la Niñez y Adolescencia, que detalla los síntomas a observar en el primer nivel de atención. Esta guía es difundida mediante capacitaciones a personal de salud en todo el país. Además, desde la Ley 1152, el tratamiento para el cáncer infantil es gratuito a través del Sistema Único de Salud (SUS), que ya ha destinado más de 56 millones de bolivianos en medicamentos oncológicos.
Los servicios de oncología pediátrica están consolidados en hospitales de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, y se trabaja en ampliar la red a otros departamentos. Esta infraestructura permite mejorar el acceso a diagnósticos y tratamientos especializados para la niñez afectada por esta enfermedad.
Paralelamente, el Ministerio garantiza el acceso gratuito a 14 vacunas del Esquema Regular, que protegen contra 24 enfermedades como tuberculosis, polio, meningitis, sarampión, fiebre amarilla, influenza y cánceres prevenibles por virus. Entre 2021 y 2024 se aplicaron más de 20,1 millones de dosis a menores de 10 años, en más de 3.600 centros de salud en todo el país.
“La vacunación mejora la esperanza de vida, evitando enfermedades que antes causaban una alta mortalidad infantil”, destacó el viceministro Max Enriquez. Gracias a este esfuerzo sostenido, Bolivia ha logrado reducir de forma significativa enfermedades prevenibles y fortalecer la salud pública desde la infancia.
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