

Choferes del transporte público sindicalizado bloquean este jueves al menos 38 puntos de la ciudad de La Paz, en protesta por la promulgación de una ley que mantiene las tarifas en Bs 2,00 y anula el incremento a Bs 2,40 autorizado por el alcalde Iván Arias. La medida de fuerza comenzó en las primeras horas del día, apenas unas horas después de que la presidenta del Concejo Municipal, Lourdes Chambilla (MAS), anunciara que promulgaría la norma este jueves, desoyendo las objeciones de la Alcaldía.
Los manifestantes bloquearon accesos estratégicos como el Faro Murillo, las Antenas, la zona de la Cervecería y los puentes gemelos de Miraflores, generando caos vehicular y complicaciones para miles de paceños que dependen del transporte público. La Policía intentó despejar el Puente de la Cervecería, pero los cortes persisten en otras áreas de la ciudad.
El dirigente de la Asociación de Transporte Libre de La Paz, Limbert Tancara, afirmó que las protestas no cesarán «hasta que renuncie Chambilla», a quien acusó de imponer una medida que afecta gravemente los ingresos del sector. «No vamos a permitir que se nos impongan decisiones que nos condenan económicamente», advirtió.
Conflicto legal y cruce de acusaciones
La promulgación de la ley desató una disputa entre el Concejo Municipal y la Alcaldía. El director de Gobernabilidad, Gonzalo Barrientos, denunció que el MAS busca «cometer un delito» al acelerar el proceso legislativo. Según explicó, la norma fue enviada al Ejecutivo municipal el lunes y, conforme a la ley, este tiene 10 días hábiles para revisarla. Sin embargo, el Concejo rechazó las observaciones de la Alcaldía con el voto de dos tercios de los concejales presentes, y no del total (11), lo que, según Barrientos, infringe el reglamento interno.
«Es una decisión política para revertir el ajuste de tarifas que aprobó el alcalde Arias», sostuvo Barrientos, quien calificó la maniobra como un intento de desestabilizar la gestión municipal.
Por su parte, el MAS defiende la ley como una medida para proteger el bolsillo de los ciudadanos, mientras los transportistas argumentan que el congelamiento de tarifas los deja sin capacidad para cubrir costos operativos.
El enfrentamiento entre ambos sectores mantiene en vilo a La Paz. Los bloqueos han alterado la rutina de miles de habitantes, y la falta de avances en el diálogo agrava la situación. La ciudadanía aguarda una resolución, mientras se especula sobre posibles negociaciones que permitan desactivar el conflicto en las próximas horas.
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