

El empresario Marcelo Claure, presidente del club Bolívar, desató una fuerte polémica al atacar en redes sociales al expresidente Evo Morales, a quien calificó de “pedófilo despreciable”, “corrupto” y “fugitivo de la ley”. Los mensajes, publicados en las últimas horas, responden a recientes declaraciones de Morales, quien acusó a Claure de intentar manipularlo como “títere del imperialismo” y de buscar saquear los recursos de Bolivia. El enfrentamiento, que escaló con rapidez, refleja la profunda polarización política del país y podría tener repercusiones en el escenario electoral.
El cruce comenzó el miércoles, cuando Morales, desde su refugio en la región del Chapare, señaló que Claure lo había elogiado en el pasado para luego traicionarlo. “Me condenas porque no me presté a tus intereses”, escribió el exmandatario y líder cocalero. Claure replicó de inmediato. En un primer mensaje, reconoció haber destacado algunos logros de Morales en 2023, pero afirmó que entonces desconocía las acusaciones que hoy pesan contra él. “Ningún padre o madre debería apoyar a alguien que enfrenta señalamientos por acostarse con menores y que arruinó la economía”, escribió, aludiendo a la orden de aprehensión vigente contra Morales por un caso de trata y tráfico relacionado con una menor.
En un segundo mensaje, Claure enumeró seis puntos para sustentar su crítica: la falta de inversión en exploración petrolera durante los 14 años de gestión de Morales, el despilfarro en obras innecesarias y la priorización de recursos en el Chapare, bastión político del exmandatario. “Es un peligro para los niños y el futuro de Bolivia”, sentenció.
Morales, quien lleva cinco meses en un autoexilio en Cochabamba, intenta relanzar su candidatura presidencial pese a obstáculos legales y la reciente ruptura con aliados como el Frente para la Victoria. Por su parte, Claure, desde el extranjero, utiliza las redes sociales para promover la unidad de la oposición contra el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que Morales encabezó desde 2006.
Este choque no solo reabre heridas políticas en Bolivia, sino que coloca bajo los reflectores la lucha por el poder de cara a las próximas elecciones. Las acusaciones cruzadas entre ambas figuras evidencian la fragilidad de un sistema político en crisis y consolidan a las redes sociales como un nuevo campo de batalla para la opinión pública.
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