

Un equipo de investigadores en España ha desarrollado unas gotas oculares que podrían convertirse en una nueva opción terapéutica para la retinosis pigmentaria, una enfermedad hereditaria de la vista que, hasta ahora, apenas cuenta con tratamientos disponibles. La terapia, que ha demostrado eficacia en modelos animales, se presenta como una alternativa no invasiva y válida para múltiples formas de la enfermedad, independientemente del defecto genético que la cause.
El avance ha sido logrado por científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y ha sido publicado en la revista Biomedicine & Pharmacotherapy. El estudio ha sido liderado por la investigadora Regina Rodrigo (CIPF), con la colaboración de José Luis Pedraz (UPV/EHU).
La retinosis pigmentaria afecta progresivamente la visión y tiene una gran diversidad genética, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. Actualmente, solo existe un tratamiento aprobado que se dirige a una mutación genética específica entre más de 130 posibles.
A pesar de su origen genético, investigaciones recientes han señalado que la inflamación crónica, especialmente la mediada por la molécula TNFα, desempeña un papel clave en la progresión de la enfermedad. En este contexto, el equipo evaluó unas gotas oftálmicas formuladas con el anticuerpo monoclonal adalimumab (ADA), que actúa contra dicha molécula inflamatoria.
Según la agencia SINC, los resultados en modelos animales mostraron que estas gotas, denominadas NLC–ADA, mejoran la función de la retina y reducen la inflamación y la degeneración retiniana sin provocar toxicidad en la córnea ni en la retina. “Se trata de una vía no invasiva de administración que podría ser útil no solo para la retinosis pigmentaria, sino también para otras enfermedades oculares inflamatorias”, destacó Regina Rodrigo.
El potencial terapéutico e innovador de esta tecnología ha llevado a las instituciones implicadas a solicitar una patente internacional.
Este avance representa una esperanza para las personas afectadas por esta enfermedad, que hasta ahora tenían opciones terapéuticas muy limitadas. Además, podría abrir nuevas vías de tratamiento para otras afecciones visuales de origen inflamatorio.
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