

The Strongest, uno de los clubes más emblemáticos de Bolivia, celebra este martes su 117° aniversario sumido en una profunda crisis que amenaza su estabilidad institucional y deportiva. Mientras los hinchas alistan festejos, las disputas entre dirigentes y la abrupta salida del entrenador Antonio Carlos Zago ensombrecen el presente del «Tigre».
El conflicto de liderazgo que sacude al club comenzó en 2022, tras la elección de Héctor Montes como presidente. En noviembre de 2023, Ronald Crespo lo reemplazó mediante un amparo constitucional respaldado por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). Desde entonces, ambos sectores se disputan el control de la institución.
La tensión se intensificó la semana pasada, cuando Montes recuperó temporalmente la presidencia gracias a una sentencia constitucional que invalidó el mandato de Crespo. Sin embargo, este lunes, la Comisión Electoral de la FBF informó que las elecciones de 2022 fueron anuladas en 2023, lo que podría consolidar a Crespo en el cargo hasta los nuevos comicios, programados para el 31 de mayo.
Montes, por su parte, sostiene que el conflicto es un «ataque» en su contra por defender los intereses del club frente a la FBF, tras un choque con su presidente, Fernando Costa.
A la crisis dirigencial se suma un vacío en el banquillo. El brasileño Antonio Carlos Zago, contratado por Crespo, renunció este lunes para dirigir al Botafogo de Paraíba, en la Serie C de Brasil. Su salida deja al primer plantel, que el sábado logró su primera victoria del año ante Nacional Potosí (2-0), sin entrenador confirmado para retomar los entrenamientos este martes.
Un aniversario opacado
A pesar del panorama adverso, The Strongest mantiene su programa de festejos: iza de bandera, misa en la Catedral de La Paz, ofrenda floral y un agasajo institucional. Sin embargo, la falta de unidad en la dirigencia y la incertidumbre deportiva empañan lo que debería ser una celebración histórica.
Con su futuro en juego, el club encara uno de sus momentos más críticos. Los hinchas, entre la esperanza y la preocupación, aguardan respuestas que devuelvan la estabilidad al «Tigre».
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