

Los choferes sindicalizados de los Yungas no asistieron este lunes a la reunión convocada por el Gobierno en La Paz, a pesar de ser la quinta invitación para negociar. Los bloqueos persisten en varios puntos de la región, mientras las autoridades insisten en su disposición a resolver las demandas del sector, aunque sin ceder a la exigencia de dialogar en los sitios de protesta.
A las 15:00, los ministros de Obras Públicas, Édgar Montaño, y de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, esperaron en vano a los dirigentes en la sede de gobierno. Los choferes, por su parte, condicionaron las conversaciones a que se realicen en los puntos de bloqueo, reclamando mejoras urgentes en el mantenimiento de carreteras y garantías en el suministro de combustible.
Montaño descartó trasladarse a los Yungas, argumentando que las emergencias por lluvias en otros departamentos exigen atención prioritaria. En respuesta, anunció el envío de una comisión interministerial para persuadir a los manifestantes de negociar en La Paz, donde técnicos especializados podrían abordar sus planteamientos con mayor detalle y eficacia.
Demanda de soluciones in situ y respuesta oficial
Freddy Avirari, dirigente del sector, había advertido que no viajarían a la capital y exigió que las autoridades constaten directamente el deterioro de las vías. El Gobierno replicó que ya se realizan trabajos de mantenimiento en tramos como Caranavi-Guanay y que el abastecimiento de diésel y gasolina está asegurado.
“Lamentamos su ausencia. Hemos avanzado en sus pedidos, pero las lluvias complican las tareas en las carreteras”, afirmó Montaño, destacando que los desastres climáticos también afectan a otras regiones del país.
Bloqueos afectan la región
Desde la medianoche, los cortes de ruta en La Rinconada, el puente Coroico y el cruce Undavi-Chulumani han paralizado el tránsito en los Yungas, generando molestias entre los pobladores y transportistas. El Gobierno llamó a la coordinación y recordó que la Confederación de Choferes de Bolivia, a la que está afiliado el gremio, sí ha sostenido reuniones en La Paz.
Mientras la comisión interministerial intenta destrabar el conflicto, la tensión se mantiene. Los choferes demandan soluciones inmediatas, y las autoridades subrayan las limitaciones logísticas para atender simultáneamente todas las emergencias. La población yungueña, atrapada en el impasse, aguarda una resolución que restablezca la normalidad en las vías y responda a sus necesidades.
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