

El sector del transporte pesado en Bolivia está en crisis. Este miércoles, representantes de la Cámara Boliviana de Transporte (CBT) se reunirán en La Paz con autoridades del Viceministerio de Transporte y otras instancias gubernamentales para exigir soluciones inmediatas a tres problemas que amenazan con paralizar sus operaciones: la escasez de combustible, las demoras en las fronteras y el deterioro de las carreteras.
Héctor Mercado, presidente de la CBT, confirmó el encuentro y lo calificó como una “última oportunidad” para lograr acuerdos concretos. “Si el Gobierno no muestra voluntad de resolver estos problemas, las reuniones no sirven de nada”, declaró a Unitel, advirtiendo que el sector podría recurrir a medidas de presión si no hay avances.
Tres frentes críticos
El desabastecimiento de combustible es el primer punto de conflicto. Los transportistas aseguran que no se trata de un fallo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ni de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), sino de la crisis económica y la falta de divisas en el país. Esto genera retrasos en las entregas, multas por incumplimiento y pérdidas económicas significativas.
A esto se suman las trabas en las fronteras, especialmente con Perú, donde los contenedores enfrentan esperas prolongadas por problemas burocráticos y logísticos. “Las demoras en los pasos fronterizos están paralizando nuestras operaciones”, señaló Mercado.
El tercer reclamo apunta al mal estado de las carreteras, que no solo retrasa los viajes, sino que también daña los vehículos y dispara los costos de mantenimiento. “Esto golpea a toda la cadena productiva: transportistas, agricultores, industria y comercio”, explicó el dirigente.
Un encuentro decisivo
El transporte pesado, vital para el movimiento de mercancías en Bolivia, considera esta reunión un momento crucial. Si no se logran respuestas efectivas, el sector amenaza con medidas que podrían agravar la ya delicada situación económica del país.
Entre las demandas están un plan claro para garantizar el abastecimiento de combustible, la simplificación de trámites en las fronteras y la rehabilitación urgente de tramos viales críticos. Hasta ahora, el Gobierno no ha detallado su postura ni los temas que abordará en la cita, lo que aumenta la incertidumbre.
Impacto en la economía
Un eventual paro del transporte pesado tendría repercusiones severas. La distribución de alimentos, insumos industriales y productos de exportación e importación se vería comprometida, afectando precios, producción y abastecimiento a nivel nacional.
Todas las miradas están puestas en La Paz. El resultado de este miércoles definirá si Bolivia logra evitar una crisis logística o si, por el contrario, se encamina hacia un conflicto mayor en un sector clave para su economía.
Sé el primero en dejar un comentario